SAN LUIS -- Durante una temporada inconsistente ofensivamente, pero sobre todo últimamente, los Rojos han extrañado mucho el poder y la producción de Elly de la Cruz. El mánager Terry Francona se ha resistido a darle un día de descanso al estelar campocorto dominicano de los Rojos. Pero Francona intentó algo el lunes, buscando despertar a su club en medio de una batalla por alcanzar la postemporada que se les está escapando de las manos.
Para el primer juego de una serie crucial contra los Cardenales, De La Cruz fue movido por primera vez desde su habitual tercer puesto en el lineup al séptimo. La última vez que bateó en esa posición fue como novato en el 2023, cuando lo hizo en seis ocasiones.
“Valoro mucho la consistencia, pero eso a veces se puede convertir en terquedad”, dijo Francona antes de que los Rojos se llevaran una victoria por 11-6 en el Busch Stadium. “Creo mucho en Elly y no quiero que la gente lo culpe por nada, porque vamos a hacer las cosas como equipo, cosas buenas cuando no nos va tan bien. Pero creo que esto puede quitarle un poco de presión a él”.
De La Cruz se fue de 3-1 con dos bases por bolas y un doble cerca de la raya de foul del jardín izquierdo durante una novena entrada de cuatro carreras para Cincinnati. Las bases por bolas llegaron en el séptimo y octavo episodios en medio de reacciones ofensivas de los Rojos, una buena señal de que está viendo bien los lanzamientos.
“Tenemos que volver a conseguir esa confianza. Vamos a lograrlo”, comentó De la Cruz, quien anotó una carrera en la séptima entrada.
Con el zurdo de los Cardenales, Matthew Liberatore, como abridor, Francona también vio el cambio en la alineación como una manera de mover al bateador designado dominicano Miguel Andújar — un derecho que ha sido más productivo últimamente — al tercer puesto.
“No hay presión. No estoy bateando muy bien ahora mismo y [Francona] está haciendo lo que es mejor para el equipo”, aseguró De la Cruz después del encuentro.
Los Rojos llegaron a San Luis después de ser barridos en tres juegos por los Atléticos. Están a 2.0 juegos de los Mets en la carrera por el tercer Comodín de la Liga Nacional, con los Diamondbacks y los Gigantes empatados con Cincinnati en la columna de derrotas.
De La Cruz batea .263 con OPS de .768 en 150 partidos, encabezando el equipo con 19 jonrones, 82 carreras impulsadas y 35 bases robadas. Pero el bateador ambidiestro no ha conectado un bambinazo desde el 31 de julio y tiene apenas un vuelacercas en 71 choques desde el 24 de junio.
En 40 partidos desde el 1ro de agosto, De La Cruz batea .208 con OPS de .551. Esta campaña ha estado viendo más envíos lentos que en años anteriores y ha tenido problemas para ajustarse.
“Últimamente, es casi como si estuviera haciendo swing con dos strikes desde el principio. Simplemente está como indeciso”, detalló Francona. “Se colocó en un hueco. Sé que no queda mucho tiempo, [pero] él es una parte importante de lo que hacemos. Prefiero pasar tiempo pensando en cómo podemos ponerlo en marcha otra vez que sentarlo o darle descanso. Pronto tendrá descanso”.
Como señal de los problemas ofensivos de los Rojos, dos bateadores que comenzaron la temporada en el tercio superior del orden — Matt McLain y De la Cruz — están ahora en el tercio inferior. McLain, quien ha sufrido un bache que ha durado toda la campaña, ha bateado noveno durante gran parte de la segunda mitad.
¿Está De la Cruz fatigado a estas alturas de la temporada?
“Yo me siento muy bien”, respondió.
Aunque De La Cruz ha mostrado un swing más lento en comparación con el inicio de la campaña, Francona y el preparador físico Rob Fumagalli han enfatizado su velocidad de sprint. Aunque también es más baja que a principios de año, aún está en 28.1 pies por segundo en septiembre, muy por encima del promedio de la liga de 27.0.
“Fumagalli está pendiente de todo eso, lo que me ayuda. Porque si eso empieza a bajar, es cuando me preocuparía”, apuntó Francona. “Quedan 13 partidos; necesitamos que juegue”.
Con sólo 23 años, De la Cruz es dos veces All-Star y el rostro de la franquicia. Francona no ve eso como una presión adicional para un jugador joven que ha tenido que lidiar con muchas cosas en sus tres temporadas en las Mayores.
“Sólo tienes que jugar béisbol. Él sabe hacerlo”, dijo Francona. “No importa cuál sea tu edad. Todo se reduce a jugar el juego. Y mientras mejor lo hagas como equipo, a veces eso también les quita presión a los muchachos. Ganamos como equipo. Perdemos como equipo”.