Los hermanos Salas habían soñado con este momento toda su vida.
Aun así, nada podía compararse con la realidad de vivirlo, cuando el prospecto venezolano de los Mellizos, José Salas, y el equipo de Clase-A Fort Myers recibieron al hermano menor, Andrew Salas, el prospecto Nro. 5 de los Marlins, y al equipo de Jupiter esta semana.
“Muchas emociones”, dijo José, el mayor de los talentosos hermanos Salas con 22 años, sobre entrar a la serie de tres juegos entre las escuadras de la Liga Estatal de la Florida en el Hammond Stadium.
El único que faltaba era el hermano del medio, Ethan. El prospecto Nro. 30 de MLB es un receptor bien cotizado que juega en la filial Doble-A de los Padres en San Antonio.
“Siempre ha sido un sueño poder jugar contra mis hermanos”, comentó José a principios de esta semana. “Y esto es sólo un sueño. La meta principal es hacer esto en las Grandes Ligas”.
“Ver a [Andrew] crecer y jugar para el equipo para el que yo solía jugar, genera mucho déjà vu, pero es una bendición jugar contra él y ojalá pueda hacerlo contra Ethan”.
Puede que hayan sido rivales en esta ocasión, pero al otro lado del terreno, Andrew tenía sentimientos muy similares a los de su hermano.
“Era un sueño, era nuestro plan”, reveló el joven de 17 años. “Era una meta para los tres, y que realmente esté sucediendo… [estoy] muy agradecido por la oportunidad que Dios nos ha dado de tener lo que tenemos, y lo que José hizo obviamente por mí y por Ethan para forjar nuestro camino hacia la pelota profesional. Ahora [queremos] disfrutarlo, encargarnos de nuestro trabajo y simplemente llegar a la meta final, que obviamente es Grandes Ligas”.
La primera incursión de José en un partido profesional fue en la organización de los Marlins en el 2021, antes de ser cambiado a Minnesota como parte del trato por el también venezolano Luis Arráez en enero del 2023. José dijo que su familiaridad con el club lo ha ayudado a aconsejar a Andrew, quien ha registrado línea de .360/.508/.420 en 15 encuentros en su temporada de debut.
“Creo que conmigo y Andrew -- nosotros, tres hermanos, somos bien unidos”, continuó José, quien cumplió 22 años el sábado. Lo celebró con un grand slam durante un choque de seis carreras empujadas el domingo, antes de centrar su atención en la serie soñada.
“Nos llamamos casi todos los días, y creo que con Andrew, es un poco diferente en el aspecto de que jugó para la misma organización para la que yo jugué, y dando los mismos pasos que yo di... [Estoy] simplemente tratando de darle el mejor consejo que puedo. Sé que está en buenas manos con buena gente que está allí”.
Varios familiares y amigos estuvieron presentes para la serie y se sentaron en una sección designada para los Salas. Andrew jugó en dos de los encuentros, yéndose de 10-7 con tres carreras impulsadas, dos anotadas y tres bases robadas mientras los Hammerheads ganaban la serie, 2-1. José participó en dos de esos encuentros, consiguiendo un hit y una base robada en cinco veces al bate.
Y no piensen que no hablaron sobre quién tendría derecho a presumir mientras sucedía. José lo esperaba.
“Muchas ‘bromas’”, dijo al comenzar la serie. “Creo que va a haber mucho de eso, con amor fraternal”.
Los Hammerheads finalmente se llevaron la serie, 2-1, así que la ventaja fue para Andrew por ahora. Al menos hasta que los equipos se enfrenten de nuevo para una serie de seis juegos en Jupiter, a partir del 13 de mayo.