ATLANTA -- La palabra "rendirse" no estaba en el vocabulario de los Diamondbacks el jueves.
Abajo 10-4 con un out en el noveno inning , Arizona anotó siete carreras para llevarse una victoria por 11-10 y completar la barrida sobre los Bravos en el Truist Park.
Arizona estaba perdiendo 6-0 después de tres entradas y perdía 9-3 después de siete episodios, y los Bravos tenían una probabilidad de victoria del 99.9% al comenzar la parte alta de la novena. Antes del jueves, los D-backs tenían récord de 0-419 en juegos en los que estaban por detrás en la pizarra por seis o más anotaciones después de ocho entradas completas.
Cuando el venezolano Eugenio Suárez se ponchó para abrir el inning, parecía que los Bravos iban a evitar la barrida.
Entonces, el cubano Lourdes Gurriel Jr. conectó un jonrón solitario, Tim Tawa recibió base por bolas, Alek Thomas pegó un cuadrangular de dos carreras, el venezolano José Herrera recibió una base por bolas, Corbin Carroll bateó un doble y el dominicano Ketel Marte impulsó una anotación con un sencillo antes de que el venezolano Ildemaro Vargas diera un sencillo productor para preparar la mesa para Suárez.
Suárez, en su segundo turno al bate del inning , bateó un doble de dos carreras que puso arriba a los D-backs, que de esa forma se llevaron su cuarta victoria consecutiva.
“Siento que estamos muy bien en este momento”, dijo Suárez. “Estamos jugando buen béisbol y tenemos buena energía. Entendemos que este juego no termina hasta que se hagan los 27 outs. Ese fue nuestro juego. Ese noveno inning dice cómo jugamos este juego. Nunca nos vamos a rendir. Fuimos poco a poco, con un jonrón y una base por bolas y otro jonrón y otra base por bolas. Tuvimos muy buenos turnos al bate contra lanzadores difíciles”.
“Este equipo es dinámico, y siento que nunca estamos fuera de ningún juego”, señaló el mánager de los D-backs, Torey Lovullo. “Simplemente nunca sabemos cuándo va a comenzar la remontada”.
Atlanta había ganado sus últimos 766 juegos cuando lideraba por al menos seis carreras después de ocho episodios, con la última derrota de este tipo para el club ocurriendo el 17 de julio de 1973 contra los Mets. En ese juego, los Bravos llegaron al noveno inning con una ventaja de 7-1 y perdieron 8-7.
“Me sentí como un padre orgulloso viendo a un grupo de Pequeñas Ligas salir al terreno y hacer el trabajo”, mencionó Lovullo. “Eso es lo que honestamente puedo decir que sentí en el dugout”.
El relevista de Atlanta Scott Blewett, quien entró en el octavo, y el cerrador cubano Raisel Iglesias fueron las víctimas de la remontada. Blewett permitió cinco carreras y tres hits, e Iglesias cedió tres rayitas y cuatro imparables.
Suárez se enfrentó a ambos en el noveno. Se ponchó con un slider de Blewett que estuvo por debajo de la zona y bateó el doblete ante un cambio adentro de Iglesias en su segundo turno.
“Me lanzaron duro hoy”, contó Suárez. “Toda la serie me lanzaron duro. Empecé ese inning con un ponche. Estaba un poco molesto en el dugout pensando en los lanzamientos malos y los sliders y todo eso. Cuando ves a tus compañeros batallando así, dije: ‘Puede que tenga otro turno’. Iglesias, sé cómo lanza. Conozco sus pitcheos. Sólo estaba buscando algo justo ahí y no [tratando] de hacer demasiado y no tratar de ser el gran héroe, sólo poner la bola en juego. Gracias a Dios pegué un doble por la línea, y ganamos el juego”.