TAMPA -- Los Rays esperaban aprender mucho sobre sí mismos durante el primer tercio de la temporada, el “primer trimestre”, como lo ha llamado el presidente de operaciones de béisbol del equipo, Erik Neander.
Mientras el primer trimestre terminaba y el segundo comenzaba con una victoria por 5-0 sobre los Mellizos la tarde de este miércoles en el George M. Steinbrenner Field, los Rays concluyeron una estadía en casa en la que aprendieron de cuántas maneras diferentes pueden vencer a sus rivales.
Tampa Bay lleva marca de 7-2 en los últimos nueve partidos, ganando series contra Houston, Toronto y Minnesota. Fue apenas la quinta vez en la historia del club (y la primera desde el 2018) que los Rays ganaron al menos siete encuentros en una estadía en casa de nueve compromisos, según Stats Perform. La exitosa racha en el Steinbrenner Field los impulsó de nuevo por encima de .500, con marca de 28-27, y al segundo lugar en el Este de la Liga Americana.
“Sentí que éste era un grupo que tiene el potencial de tomar impulso a medida que avanzamos, y tomó mucho impulso [durante] la última semana”, dijo Neander. “Ahora, simplemente veremos más o menos hacia dónde va esto a partir de aquí, pero esto nos devolvió a una posición mucho más competitiva dentro de la Liga Americana”.
Por más alentadores que hayan sido, los resultados no son lo único que importa. Podría importar más cómo los Rays han ganado estos partidos.
Su pitcheo y defensa se han visto sobresalientes, permitiendo tres carreras limpias o menos en seis juegos consecutivos, un máximo en la temporada.
Sus abridores han manejado la mayor parte del trabajom permitiendo dos rayitas limpias o menos en ocho salidas consecutivas. Drew Rasmussen mantuvo esa racha en el final de la serie del miércoles, limitando a los Mellizos a un solo sencillo y una base por bolas, mientras ponchaba a cinco en seis entradas. Fue su tercera apertura consecutiva de seis innings sin permitir carreras.
Su ofensiva ha sido dinámica. Han superado en cuadrangulares a sus oponentes, 13-6, en los últimos siete juegos y han conectado 21 bambinazos en sus últimos 15 partidos. Consiguieron dos el miércoles: Un estacazo solitario de Brandon Lowe, su undécimo, y un vuelacercas de dos carreras del dominicano Junior Caminero, su décimo.
Después de lastimarse la parte baja de la espalda al realizar una buena jugada en la tercera base en el cuarto episodio, Caminero permaneció en el juego y conectó su sexto extrabase en los últimos seis encuentros, un cañonazo entre el izquierdo y el central ante el abridor de los Mellizos, el venezolano Pablo López.
“Me siento bien. Sólo me duele un poco”, dijo Caminero con una sonrisa. “Le dije a Cash que iba a batear tres jonrones más hoy para no tener que correr mucho”.