El dominicano Rafael Devers, quien fue desplazado de la tercera base debido a la presencia de una mejor opción defensiva en Boston (Alex Bregman), acaba de ser cambiado a un equipo en el que casi con seguridad no cubrirá la antesala debido a… la presencia de una mejor opción defensiva (Matt Chapman, cuando regrese de su lesión). Se trata de una situación bastante irónica que será objeto de diversos análisis durante las próximas semanas (¿meses? ¿años?), así que centrémonos en algo más a corto plazo.
Los Gigantes, quienes no han contado con un bateador de 30 jonrones desde la última vez que Barry Bonds lo hizo en el 2004, acaban de adquirir uno de los cañoneros más respetados de la liga, quién pasará de jugar en un parque local bien particular por sus dimensiones… a otro bien particular por sus dimensiones.
Ahora bien, eso también requiere de bastante análisis.
No es solo que los Gigantes no hayan tenido un toletero que haya dado 30 o más cuadrangulares en más de dos décadas, por supuesto. Se trata de cuántos otros equipos sí han contado con jugadores así. Ha habido 541 de esas temporadas individuales desde el 2005 —hay 27 nombres que lo han hecho al menos cinco veces diferentes— y exactamente cero de ellas han sido vistiendo el negro y naranja de la Bahía. (Brandon Belt seguramente lo habría hecho en el 2021, cuando conectó 29 bambinazos en 97 juegos debido a una variedad de lesiones, pero no lo hizo).
Devers posee tres de esas temporadas, en 2019, 2021 y 2023, y está a mitad de camino de hacerlo de nuevo esta campaña. Desde la última temporada de Bonds, los Gigantes tienen la segunda menor cantidad de jonrones de cualquier equipo, y casi 1,500 menos que los Yankees. Ahora, han añadido un bateador que posee una tasa de batazos fuertes que se ubica entre las 10 mejores, y ahora mismo está virtualmente empatado con Aaron Judge. En los últimos cinco años, sólo siete toleteros han conectado más cuadrangulares que los 141 de Devers. Así que eso es todo, ¿verdad? ¿Se acabó la sequía? Bueno, más o menos. Tenemos que ver esto tanto desde el punto de vista del equipo, como del jugador. No es exactamente lo mismo.
Es bueno para los Gigantes. Por supuesto.
Si bien el Oracle Park es la razón principal de esa falta de jonrones – es, como veremos en breve, un lugar algo miserable para sacar la pelota – también se debe un poco al hecho de que los Gigantes simplemente no han empleado a muchos cañoneros de primer nivel a lo largo de los años. No está claro si eso se debe a una preferencia organizacional o a la creencia de que las dimensiones y características del parque son tan drásticas que tiene más sentido darle prioridad a otras habilidades, pero también es innegable.
Estamos en la 11ma temporada de seguimiento con la tecnología de Statcast a nivel de MLB. Entre los 30 equipos, los Gigantes tienen la cuarta tasa de batazos fuertes más baja en ese tiempo. Han tenido exactamente un jugador que ha logrado una tasa de batazos fuertes superior al 50 % en una campaña con al menos 400 visitas al plato, y ese fue Joc Pederson, quien lo hizo tanto en el 2022 como en el 2023.
Si nos ponemos un poco más sofisticados con la “calidad de contacto esperada”, entonces tienen la quinta peor marca. Es parte de la razón por la que se esforzaron tanto por conseguir a Judge y el puertorriqueño Carlos Correa; este club simplemente no ha tenido trueno en mucho tiempo. Cuando no estás haciendo mucho contacto fuerte, como equipo, no vas a dar bambinazos, sin importar cuál sea tu estadio de local.
Aquí es donde entra Devers, quien por sí solo habría reescrito las tablas de clasificación de batazos fuertes del equipo (remontándose al 2015) si hubiera estado allí. De hecho, sólo echa un vistazo a cómo se vería esa lista ahora, combinando a Devers y todos los demás jugadores de los Gigantes.
Líderes en tasa de batazos fuertes de los Gigantes (más Devers), 2015-presente
56% // Devers, 2025
55% // Devers, 2023
53% // Devers, 2024
52% // Devers, 2021
52% // Pederson, 2023
52% // Pederson, 2022
51% // Devers, 2022
49% // Devers, 2019
48% // Matt Chapman, 2024
Si parte de la sequía es simplemente no tener bates con la fuerza para mandar la bola lejos, entonces todo cambiará ahora. Devers posee un poder élite, algo de lo que pocos Gigantes desde Bonds han podido presumir.
Podría no ser tan obviamente bueno para Devers.
Fenway es considerado un mal parque para los bateadores de poder zurdos, en parte debido a lo lejos que está la cerca entre el jardín derecho y el central en cualquier lugar que no sea el “Pesky Pole” en la línea de foul del right field. En cuanto a los jonrones, es cierto; si miramos los factores de parque de Statcast de los últimos tres años (como lo será en cada número que mencionaremos aquí), se ubica en el puesto 21 en factor de jonrones, con una puntuación de 90 que significa “10% peor que el promedio de MLB”.
También es cierto para Devers. Más de la mitad de los vuelacercas que ha dado en su carrera (120) han sido jugando lejos de casa, contra 95 en el Fenway Park.
Pero también hay que considerar algunas cosas aquí.
Primero, no se dirige precisamente a un parque más favorable para el bateo. Fenway ocupa el puesto 21 en factor de jonrones para zurdos, pero Oracle está en el escaño número 27, el segundo más bajo de los 28 parques que han estado en uso durante los últimos tres años. Si bien es cierto que las gradas del jardín derecho en el Fenway están bastante lejos, hay una parte muy grande entre el center y el right field que es más profunda en San Francisco, y aunque la pared de 24 pies en el jardín derecho no es el Monstruo Verde (37 pies), sigue teniendo 24 pies de altura. (Además de la gran cantidad de espacio adicional en el jardín izquierdo que tiene San Francisco, aunque con una pared mucho más corta).

Pero mientras hablamos de si Devers finalmente puede ser un bateador de 30 jonrones para los Gigantes —y estamos hablando de sacar 30 cañonazos con el uniforme de San Francisco, no solo de conseguir 15 más esta temporada para alcanzar un total combinado de 30—, los factores del parque van más allá de los simples batazos largos.
Volviendo a esos factores de estadio de tres años para zurdos, las clasificaciones generales son quizás sorprendentes. De nuevo, sólo de los 28 parques que han estado en uso estas tres temporadas más recientes…
2do mejor: Fenway Park
2do peor: Oracle Park
... para los zurdos, Boston es en realidad un lugar tremendo para batear. San Francisco... no tanto.
Ninguno de los dos estadios es terriblemente amigable para que los zurdos den jonrones, pero la gran diferencia aquí es que Fenway es el mejor sitio en las Mayores para que los toleteros que se paran a la zurda peguen dobles (un factor de parque de 143, donde 100 es el promedio, porque recordemos que los zurdos como Jarren Durán también pueden aprovechar el Monstruo Verde). Por su parte, el Oracle Park ocupa el sitio 15, casi exactamente el promedio. Fenway es un poco mejor para los vuelacercas y mucho mejor para los dobletes. Se trata un poco del clima —aunque no es que Boston no sea también frío al principio y al final de la temporada— y mucho de las dimensiones.
Lo que concuerda con lo que ya hemos visto de Devers en las últimas dos temporadas.
Local (2024-2025): OPS de .961 // AVG de .272 // 100 extrabases
Visitante (2024-2025): OPS de .809 // AVG de .247 // 46 extrabases
Es por eso principalmente, que, según las estimaciones de Statcast, si hubiera jugado toda su carrera en el Oracle Park, habría tenido... exactamente la misma cantidad de jonrones que en el Fenway Park, teniendo en cuenta los impactos del clima.
Entonces, ¿romperá Devers la sequía de 30 cuadrangulares a partir del próximo año? Ciertamente, es más probable que lo haga que cualquier jugador que los Gigantes hayan empleado en los últimos 20 años, quizás remontándose al propio Bonds. Batear la bola muy, muy fuerte sin duda ayuda mucho a superar cualquier factor del estadio, en su mayor parte.
Sin embargo, no está garantizado. Es un lugar realmente difícil para mostrar poder. Probablemente tu equipo no pasa dos décadas sin una temporada de 30 jonrones por accidente.