Clayton Kershaw siempre ha sido el tipo de persona que valora los logros del equipo por encima de lo que ha podido conseguir individualmente.
Así que cuando anunció que se retiraría al final de la temporada del 2025, no fue una sorpresa que se emocionara al dar las gracias a sus compañeros, la mayoría de los cuales estaban reunidos frente a él en la sala de conferencias de prensa del Dodger Stadium.
"Lo más difícil son los compañeros, así que ni siquiera los voy a mirar a los ojos", comentó Kershaw. "Ustedes que están sentados en esta sala, significan mucho para mí. Nos divertimos mucho. Lo voy a extrañar".
El sentimiento es mutuo. Así es como sus compañeros, tanto los actuales como los de antes, reaccionaron al anuncio de Kershaw.
Quienes conocen a Kershaw desde hace más tiempo lo han visto evolucionar a lo largo de su carrera, no sólo en los últimos años, sino también al principio.
"Llegó a las Grandes Ligas con esa recta de 97 [millas por hora] y luego con una curva de 12 a 6", dijo su compañero de muchos años y actual cerrador de los Angelinos, Kenley Jansen. "Pero cuando bajó [a las menores] por un breve período, desarrolló un slider... Después de eso, fue una pesadilla para los bateadores durante 18 años. Es increíble ver cómo trabaja. Cómo se prepara y se dedica. Su rutina era su rutina, y nunca se desvió de ella".
Con el paso del tiempo, la ética de trabajo de Kershaw se convirtió en parte fundamental de la cultura del equipo.
"La cultura en este clubhouse se ha creado durante un largo período, pero en realidad, comienza con él", agregó el antesalista de los Dodgers, Max Muncy. "Desde que lo conozco, ha sido el líder silencioso. Tienes que venir, trabajar tan duro como puedas, nada te va a detener, y vas a celebrar todos los buenos momentos. Cuando tienes a un tipo de ese calibre que se esfuerza de esa manera, realmente marca la pauta para todo el equipo".
Esa cualidad ha impresionado tanto a novatos como a veteranos.
"Su capacidad para prepararse y competir, no creo que nadie la iguale jamás", aseguró el utility de los Angelinos, Chris Taylor, quien fue compañero de Kershaw durante casi 10 años. "Todo lo que hacía durante la semana para prepararse y rendir cuando estaba en la loma. Y luego, cuando estaba ahí fuera, era el competidor más grande que existía".
La influencia de Kershaw ha resonado particularmente en los Dodgers más jóvenes, muchos de los cuales crecieron viéndolo.
"Ha significado mucho. Creo que más de lo que probablemente se da cuenta", dijo el lanzador derecho de los Dodgers, Emmet Sheehan. "Simplemente por el ejemplo que da cada día para nosotros los más jóvenes. Es muy valioso tener eso, no sólo escucharlo de lo que dice, sino verlo hacerlo, es algo enorme".
Pasar tiempo con él ha sido especialmente significativo para sus colegas zurdos.
"Ha sido una de las cosas más geniales que te puedas imaginar", aseguró el relevista novato Jack Dreyer. "Cuando era niño, lo veía. Tenía fotos nuestras [lado a lado] para estudiar la mecánica cuando estaba en la escuela secundaria. Decir que era alguien a quien admiraba es decir poco. Así que ha sido muy especial poder compartir su última temporada con él. No se puede expresar con palabras".
"Cuando creces viendo jugar a un tipo, a veces es como, 'No conozcas a tus ídolos'. Pero con Kersh, no es así en absoluto", mencionó el relevista novato Justin Wrobleski. "Creo que simplemente ha sido bien acogedor. Este año, especialmente, ha sido de gran ayuda con las cosas del terreno y con todo lo demás. Diría que no hay un recuerdo específico para mí, pero creo que son muchas conversaciones y simplemente tener la capacidad de hablar con alguien que has admirado toda tu vida".
Desde los logros del equipo hasta los hitos de su carrera que Kershaw ha acumulado en el camino, él y sus compañeros han creado una gran cantidad de recuerdos invaluables... buenos y malos.
"Mi recuerdo menos favorito es no haber estado en el terreno para su ponche número 3,000", comentó Muncy, quien se lesionó la rodilla izquierda en una colisión en la tercera base justo antes del hito de Kershaw. "Me lo perdí por uno o dos pitcheos. Pero escuchar el rugido de la multitud desde la sala de rayos X, definitivamente no lo voy a olvidar. Y que él, en ese momento, viniera a buscarme, me diera un abrazo y se asegurara de que yo estaba bien a pesar de su logro, dice mucho de la persona que es".
Kershaw es uno de los más grandes de todos los tiempos en la loma, pero el consenso entre los Dodgers es que es un compañero de igual calibre.
"Quiere a todo el mundo. Quiere lo mejor para todos. Anima. Quiere ganar prácticamente todo", dijo el campocorto de los Dodgers, Mookie Betts. "Él irradia esa competitividad que todo el mundo necesita, y se puede sentir. Especialmente cuando sube a la loma, pero incluso cuando no está lanzando, nos está animando. Se asegura de que nos divirtamos, que lo disfrutemos, pero que nos mantengamos concentrados en la tarea en cuestión".
Los Dodgers esperan que Kershaw haga lo mismo el viernes, cuando abrirá en el Dodger Stadium por última vez en la temporada regular.
"Creo que conociendo a Clayton, pensé que simplemente no le diría a nadie y se retiraría", dijo el inicialista de los Dodgers, Freddie Freeman. "Pero me alegro de que lo hiciera... Quiero decir, es una carrera increíble. Simplemente estoy asombrado por él. Cuando llegué a la liga por primera vez, poder enfrentarlo, y luego obviamente venir aquí, todo se hace más y más grande. Verlo a diario ocuparse de sus asuntos, lo que hace día tras día, no sólo en el terreno, sino fuera de él, lo que ha hecho en las comunidades, es simplemente una persona especial".
"Estoy muy feliz de haber podido pasar cuatro años con él. Y es increíble, incluso en su 18vo año, hemos contado con él cada quinto o sexto día solo en esta temporada. Mira, no es una leyenda de los Dodgers. Es una leyenda del béisbol para siempre. El mejor lanzador de nuestra generación”.