MILWAUKEE -- A todos les encanta un cambio estremecedor, pero en ocasiones son las transacciones fuera del radar en abril o junio las que causan un mayor impacto.
Como ejemplo está Quinn Priester, quien se apuntó su novena decisión consecutiva por los Cerveceros, y Andrew Vaughn, quien llenó de electricidad el American Family Field con un grand slam que fue parte de una jornada con tres imparables y seis remolcadas, que impulsó al club de Milwaukee a una victoria por 9-3 sobre los Cachorros.
Ahora los aficionados de los Cerveceros seguramente se están preguntando qué más tiene planeado el gerente general Matt Arnold de cara a la Fecha Límite de Cambios.
“He dejado bien claro que estamos tratando de reforzar cada aspecto”, declaró Arnold el martes.
El club de Milwaukee ha hecho una costumbre clasificar a la postemporada evitando la urgencia de apostarlo todo y en lugar agregando piezas complementarias como lo hicieron con maniobras a comienzos de la campaña para adquirir a Priester y Vaughn, quienes estaban en Triple-A cuando los Cerveceros les ofrecieron oportunidades para revivir sus carreras.
Priester llegó desde los Medias Rojas en abril cuando a Milwaukee le urgía contar con abridores en salud, y Vaughn desde los Medias Blancas en junio a cambio del abridor veterano Aron Civale, quien pidió ser cambiado.
Ahora ambos están demostrando qué los hizo cotizados prospectos desde un principio.