MILWAUKEE – Ni siquiera las lluvias históricas e inundaciones repentinas pudieron alejar a los aficionados del American Family Field el domingo, y ni un déficit de cinco carreras al comienzo del juego pudo evitar que los Cerveceros volvieran a ganar.
El venezolano William Contreras conectó un par de cuadrangulares, Joey Ortiz remolcó tres carreras con un par de hits con dos outs e Isaac Collins dio el primer jonrón de oro de su carrera abriendo la parte baja de la novena entrada para que los Cerveceros se llevaran su novena victoria consecutiva, con un triunfo por 7-6 sobre los Mets, todo después de que el club decidiera jugar a pesar de estar rodeado de calles y casas inundadas como resultado de una implacable tormenta la noche anterior.
“Sinceramente no sabía si los aficionados iban a poder llegar, y se presentaron”, dijo Collins. “Me encanta jugar para este equipo y para esta ciudad”.
Los Cerveceros dijeron que los aficionados que no pudieron llegar al partido recibirían créditos en su cuenta por los boletos no utilizados y los pases de estacionamiento prepagados para usar en cualquier juego en casa restante de la temporada regular 2025.
Pero de la asistencia pagada de 42,461 -- el séptimo juego en casa consecutivo con entradas agotadas de los Cerveceros, algo que no hacían desde el 2008 -- un portavoz del club dijo que 33,700 aficionados sí lograron pasar por los torniquetes, lo que refleja cómo Contreras y compañía han capturado el corazón de la ciudad mientras se han trepado a la cima de la tabla de posiciones de MLB con 25 victorias en sus últimos 29 juegos.
“He estado aquí 10 años, ese es el mejor ambiente que he visto”, aseguró el mánager de los Cerveceros, Pat Murphy. “No sé si añadimos asientos o algo así, no presto demasiada atención a lo que pasa allá arriba. Simplemente se siente más ruidoso. Más salvaje”.
¿Y por qué no? No son sólo los triunfos, es la forma en que los Cerveceros están ganando lo que resalta. Tras imponerse en sólo dos de los primeros 20 juegos en los que el oponente anotó primero este año, los Cerveceros ahora han remontado para ganar 21 de las últimas 31 veces que eso ha sucedido, incluyendo los tres juegos de su barrida sobre los Mets y seis de sus últimos nueve desafíos durante esta reciente seguidilla.
El juego del domingo se desarrolló como muchos de los anteriores, con los Cerveceros recortando poco a poco la ventaja. Contreras conectó jonrones en entradas consecutivas en la cuarta y la quinta, mientras los Cerveceros reducían un déficit de 5-0 a 6-5, y Ortiz dio un sencillo con dos outs para empatar la pizarra 6-6 en el octavo, anontándole por segundo día seguido al ex cerrador de los Cardenales, Ryan Helsley. Eso preparó el escenario para que Collins sentenciara en el noveno con un jonrón abriendo el episodio ante el boricua Edwin Díaz.
Para Collins, quien hace menos de tres años fue tomado en el Draft de la Regla 5 de ligas menores y ahora, a los 28 años, es candidato al Novato del Año de la Liga Nacional, fue el primer hit de oro de su carrera en las Grandes Ligas, y su primer jonrón para dejar tendido al rival en cualquier circuito profesional.
“Las palabras no pueden describirlo realmente”, confesó.
Lo mismo se podría decir de la gran racha ganadora de su equipo. Los Cerveceros alinearon a cuatro jugadores de la banca el domingo, no tuvieron disponible al cerrador Trevor Megill ni al setup dominicano Abner Uribe y evitaron usar a Christian Yelich como bateador emergente.
Y ganaron de todos modos.
“El segundo jonrón de Contreras, a la banda contraria para acercarnos por dos carreras, fue enorme. Se podía ver que la presión estaba sobre ellos”, contó Collins. “Así es como ha sido todo este año, realmente nunca sentimos que la presión esté sobre nosotros. La presión siempre está sobre el oponente. Es como que vemos sangre en el agua”.
Cuando se le preguntó cuándo sintió que los Cerveceros tenían una oportunidad de remontar y ganar, Ortiz dijo: “El primer inning”.
¿Qué se siente estar en un equipo que está viviendo un momento así?
“Es indescriptible”, declaró el abridor Quinn Priester, quien permitió al menos una carrera de los Mets en cada una de sus cinco entradas. “Definitivamente compensaron muchos de mis errores hoy, pero es un juego colectivo. Me encanta ser parte de este equipo, porque de lo contrario no podría estar sonriendo ahora mismo”.
Empezando por los fanáticos, todo el mundo quiere estar en el American Family Field estos días.
“Es casi como si hubiera magia en el aire”, describió Collins el ambiente. “Así es el béisbol, divertido. Nos estamos divirtiendo mucho”.