MILWAUKEE — No existen los reinicios en Major League Baseball, por mucho que el novato de los Cerveceros, Jacob Misiorowski, probablemente haya deseado uno tras un primer inning desastroso en su primera apertura de por vida ante los Cachorros. Con apenas 23 años, lo único que podía hacer era seguir lanzando mientras tuviera la bola en la mano.
Y eso hizo.
Y las cosas cambiaron para bien.
Misiorowski se recuperó de una primera entrada de 40 lanzamientos y tres carreras al lanzar tres capítulos más en blanco, retirando a los últimos 10 bateadores que enfrentó y dándole a su equipo la oportunidad de remontar en una de sus victorias más alentadoras de la temporada: 8-4 sobre los Cachorros ante una casa llena de 41,076 fanáticos en el American Family Field.
Milwaukee tomó la delantera con un ataque de cuatro carreras en el tercer inning ante el abridor de los Cachorros, Matthew Boyd, antes de recibir jonrones de Andrew Vaughn, Sal Frelick y Christian Yelich. Este último coronó una noche de tres impulsadas con un bambinazo de dos carreras en el séptimo episodio que rebotó dos veces sobre la parte superior de la barda del jardín derecho.
Con la victoria, los Cerveceros dieron el primer golpe en una serie muy esperada entre rivales que comenzaron el día empatados con el mejor récord de la Liga Nacional. Los fanáticos tenían esta serie de tres juegos marcada en el calendario desde hace semanas. Pero para Yelich, toda la presión estaba del lado de Chicago.
“Nuestro equipo no siente presión”, dijo el lunes por la tarde. “Sentimos que nadie esperaba que estuviéramos en esta posición”.
Pero ahí están, con marca de 63-43 y en la cima de la División Central de la Liga Nacional. Yelich es el primero en decir que aún no hay nada decidido, especialmente con siete enfrentamientos directos restantes entre ambos clubes.
“Ellos son un buen equipo. Es divertido cuando lo son, ¿sabes?”, comentó Yelich sobre los Cachorros. “Se siente como si estuviéramos jugando con dinero de la casa. Ellos son los que se supone que deben ganar la división. Son los que tienen las expectativas altas. Tienen a la mitad de nuestro cuerpo técnico, hicieron un montón de cambios, así que si no ganan la división, seguro será decepcionante. Nosotros sólo tratamos de complicarles la vida a ellos y al resto de la liga, y ver qué podemos lograr. Ese siempre ha sido nuestro enfoque aquí”.