LOS ÁNGELES -- Al dejar San Diego el fin de semana, los Dodgers sintieron que habían hecho el trabajo frente a los Padres a lo largo de la temporada. Ahora, en la recta final, todo se trata de enfrentar el resto del calendario para mantenerse en la cima del Oeste de la Liga Nacional.
La noche del lunes fue un buen comienzo.
Los Dodgers se impusieron 7-0 a los Rojos en el primero de la serie gracias a una noche de dos jonrones del cubano Andy Pagés y siete innings en blanco de Emmet Sheehan. Mientras tanto, los Padres cayeron ante los Marineros, lo que le dio a L.A. una ventaja de 1.0 juego en la división.
Pagés abrió la pizarra en el tercer capítulo al sacarle la bola a Hunter Greene por el jardín izquierdo con un tablazo en solitario. Dos episodios después, esta vez con Michael Conforto en segunda, Pagés volvió a desaparecer la esférica. Fue el segundo juego de múltiples cuadrangulares en su carrera, luego del 17 de junio de este año.
Otras dos carreras entraron en el sexto con Pagés al bate, cuando llegó a salvo en un error defensivo del campocorto dominicano Elly de la Cruz con dos outs y las bases llenas. Pagés agregó una más con un elevado de sacrificio en el octavo.
Sheehan brilló desde la lomita, completando siete entradas por primera vez en su carrera en Grandes Ligas. Igualó su tope personal con 10 ponches y se quedó a uno de su marca histórica en abanicados, con un máximo de temporada de 19 swings en blanco.