Kirk y Toronto empiezan a dominar el arte de la remontada

5:44 PM UTC

TORONTO -- Los Azulejos quieren empezar a dar caza a los equipos que están por delante de ellos, sin importar la distancia.

Han sido buenos “pescadores” en los últimos años, capaces de conseguir victorias cuando su rotación abridora los mantenía en el partido el tiempo suficiente para conseguir un mordisco, pero nadie confundiría las recientes versiones de los Azulejos con ser especialistas en remontadas.

Sin embargo, quieren acechar a los equipos y hacer que los oponentes sientan sus pasos, una amenaza a la distancia que se acerca cada vez más. Esto tendrá que ser un cambio total para una ofensiva que ha sido todo menos amenazante a veces, pero estamos viendo destellos de lo que los bateadores de los Azulejos han estado diciendo. El miércoles, con un solo swing, el mexicano Alejandro Kirk dio el gran golpe.

El jonrón de tres carreras de Kirk en la parte baja del sexto episodio les dio a los Azulejos una victoria de 3-1 sobre los Rays, un punto brillante en una noche lúgubre para Toronto mientras las Hojas de Arce (Maple Leafs) del hockey sobre hielo de la NHL fracasaban a pocas cuadras en el Scotiabank Arena, donde perdieron el Juego 5 de la semifinal de la Conferencia Este frente a las Panteras de la Florida para colocarse a una derrota de la eliminación. Si las Hojas de Arce completan su colapso anual en los playoffs este fin de semana, los ojos de Toronto se dirigirán rápidamente a los Azulejos, que necesitan mostrarle a la ciudad un club diferente al que tuvieron en el 2024.

“Estoy muy contento, simplemente muy contento y muy orgulloso”, dijo Kirk. “Estamos pasando por un buen momento ahora mismo y todos están poniendo de su parte. Estoy contento de haber podido dado ese jonrón para mi equipo”.

Las victorias viniendo de atrás son una de las mejores maneras de reconquistar una base de fanáticos, e incluso en la derrota del martes por 11-9, vimos una ofensiva que de repente es capaz de hacerlo; fue el bullpen el que se interpuso en la narrativa. Lo que hizo tan emocionantes a esos equipos de postemporada del 2015 y del 2016 fue la constante amenaza de una remontada, cada partido vibrando con oportunidad incluso cuando estaban los Azulejos abajo en el marcador. Esos días parecen muy distantes ahora, al igual que la temporada del 2021 que podría seguir siendo la gran tragedia de esta era del béisbol en Toronto. Pero este equipo quiere recapturar un pedazo de esa magia.

El año pasado, los Azulejos tuvieron apenas 25 victorias viniendo de atrás, la segunda menor cantidad en Grandes Ligas y sólo por delante de los Medias Blancas (12). La del miércoles fue ya su 11ma de la campaña y aunque pocas han sido tan dramáticas como la de Kirk, o la casi remontada del martes, es un comienzo.

En el clubhouse de los Azulejos, sienten que las piezas están en su lugar para cambiar esto.

“Voy a remontarme al año pasado”, mencionó Daulton Varsho, quien pegó dos bambinazos en la derrota del martes. “Cuando estábamos en esas situaciones, sentía que todos en la alineación estaban desanimados. Este año, no hay pánico en absoluto. Vamos a regresar y les guste o no, vamos a tener buenos turnos al bate. Simplemente hay un ambiente diferente en el dugout y tenemos confianza en todos. Se siente distinto este año".

Kirk está de acuerdo.

“No tiene nada que ver con el talento, comparándolo con el año pasado”, añadió Kirk. “(Es) la forma en que estamos jugando este año y nuestra química. No sólo en el clubhouse sino en el dugout y durante el juego, estamos juntos sin importar la situación ni el marcador. Nos apoyamos mutuamente. Nos respaldamos mutuamente. Eso nos permite venir de atrás en partidos como éste”.

Kirk puede ser una parte importante de todo esto. El receptor de 26 años está por fin volviendo a darle a la bola con fuerza. Siempre ha sido una máquina de hacer contacto, pero gran parte de su 2024 se definió por el contacto suave. Sus turnos al bate se sienten amenazantes una vez más.

Esto es lo que Toronto necesita más que nada, porque nada cambia un partido más rápido que el poder. Los Azulejos están saliendo de ese sótano, ahora empatados en el 26to lugar en las Grandes Ligas con 35 vuelacercas, después de conectar cuatro el martes.

Los equipos con esa identidad de saberse capaces de “robarle” juegos al rival tienen la combinación indicada de un buen clubhouse, poder y un poco de suerte. Esto es lo que los Azulejos quieren ser ahora, redescubrir una identidad perdida hace mucho tiempo: La de un club que pone nerviosos a los demás conjuntos.