De la explosión al ajuste: Agustín se perfila como la pieza clave en el futuro de Miami

21 de mayo de 2025

Los últimos 10 meses han sido, sin duda, los más movidos en la joven carrera del prospecto dominicano de los Marlins, Agustín Ramírez.

Fue al comienzo de ese período cuando pasó de los Yankees a Miami en un traspaso en la Fecha Límite de Cambios pasada que envió a Jazz Chisholm Jr. al Bronx. De inmediato, el quisqueyano se convirtió en uno de los nombres de más interés en la actual construcción del equipo de Miami.

Estando en el foco de atención del club, el cuarto mejor prospecto de Miami, de 23 años, inició la temporada del 2025 en las menores, pero no pasó mucho tiempo para que recibiera la (tierna) llamada a la Gran Carpa. Y a partir de ahí, el cañonero despegó.

Ramírez se convirtió en el primer jugador en por lo menos las últimas 125 temporadas en tener tres choques con múltiples extrabases dentro de los primeros cinco partidos de su carrera como ligamayorista. Claro, como es natural, después de un tórrido comienzo, empezaron los ajustes. Los rivales empezaron a percatarse de las habilidades del oriundo de Santo Domingo, pero es ahí cuando el receptor de los Marlins ha empezado a trabajar en responder de vuelta.

"Sí, sí, aprendiendo cada día, cada juego, cada momento, adaptándome”, explicó, “dando lo mejor de mí, preparándome. Y como te dije, aprovechando la oportunidad para demostrar y, ¿sabes?, con la meta de tener una larga carrera ya aquí en las Grandes Ligas”.

El primer paso en ese objetivo lo consiguió rápido, obligando a los Marlins a mantener a su promesa en la Gran Carpa, a pesar de que el plan original era de una pasantía breve mientras se recuperaba de su lesión el otro careta, Nick Fortes.

Después de sus primeros cinco partidos en los que conectó nueve hits en 19 turnos (.474) con tres jonrones y cinco empujadas, con un OPS de 1.682, Ramírez ha luchado con algunos altibajos, bateando hasta la jornada del martes para .209/.284/.433 con 14 imparables en 47 ocasiones. Claro, en los siguientes cuatro partidos, el quisqueyano ha promediado .385 con dos jonrones, lo que habla de cómo Ramírez ha respondido a esos ajustes, aún en una muestra bien pequeña.

"Yo diría que ya [el estar en] este nivel es aprendizaje, ¿sabes? Cada día [se está] aprendiendo. Yo diría que eso es lo que más me ha sorprendido [de las Mayores]: El nivel de mentalidad que hay que tener, aprender. Y cada juego te va hablando y diciendo lo que uno necesita como jugador”.

Al final, en una temporada de pocas expectativas para los Marlins, es en jugadores como Ramírez donde recae el éxito de un equipo que apunta hacia el futuro, independientemente del récord colectivo del club.

"[Somos] un equipo joven [y] estamos saliendo a competir, a dar lo mejor de cada uno de nosotros”, agregó Ramírez. “Con la confianza del staff, eso es lo que estamos haciendo”.

Miami inició la campaña siendo el equipo con la edad promedio más baja de las Grandes, con apenas 26.6 años. De allí que empezar a ver el éxito de varias de sus piezas más jóvenes podría generar un optimismo en la directiva, de empezar a ver resultados más temprano que tarde.

Y Ramírez podría ser el catalizador de ese plan.

“Siempre lo he dicho: [La meta es] quedarme aquí y aprovechar la oportunidad”, señaló. “Y eso es lo que estoy haciendo”.