En los últimos 20 años, sólo ha habido dos jugadores que batearon .375 o mejor con 18 cuadrangulares o más en sus primeros 55 partidos de una campaña.
La superestrella de los Yankees, Aaron Judge, es uno de ellos, habiendo logrado eso en sus primeros 56 juegos de este año. Batea .392 con 19 cuadrangulares, incluyendo el que empalmó en el primer partido de la revancha de la Serie Mundial entre Nueva York y Los Ángeles este fin de semana.
¿El otro? Está justo a su lado.
“Para mí, tuve un inicio bien bueno en abril”, dijo Cody Bellinger, quien bateaba .377 con 20 vuelacercas en los primeros 55 encuentros de lo que se convertiría en una temporada de JMV en el 2019. “Aunque tenía estos números locos, llegaba al terreno y pensaba, ‘OK, esto es lo que voy a hacer hoy’”.
“Es el juego del gato y el ratón. No es diferente a cualquier otro momento”.
Si Cody era el gato, los ratones no tenían ninguna posibilidad en el 2019. Y es muy parecido a lo que está sucediendo seis años después.
Se esperan jonrones de Judge, un jugador cuya presencia descomunal empequeñece incluso a algunas de las estrellas más imponentes en el juego. ¿Pero coquetear con .400 tan avanzada la temporada? No tanto.
Sin embargo, si alguna vez necesita algún consejo, sabe que no tiene que ir muy lejos.
Cuando se le informó del hecho de que el hombre que batea detrás de él en la alineación es el único otro jugador en las últimas dos décadas en hacer lo que Judge está haciendo ahora, miró hacia abajo y sacudió la cabeza, maravillado.
“Tenemos suerte de tenerlo”, aseguró Judge.
Eso es especialmente cierto considerando que Bellinger – quien tuvo sus momentos heroicos de postemporada para los Dodgers – se enfrenta ahora mismo a su antiguo club en un momento en que parece estar recuperando su fuerza.
Durante la Serie Mundial del 2020 mientras estaba con los Dodgers, Bellinger se dislocó el hombro derecho, una lesión que aparentemente le quitó gran parte de su poder en los años posteriores.
Del 2021 al 2022, la producción ofensiva de Bellinger disminuyó tan precipitadamente que había algunas dudas sobre si alguna vez volvería a acercarse a su pico del 2019. Durante ese lapso de dos años, bateó apenas .193/.256/.355 con 29 bambinazos en 239 partidos.
Bellinger firmó un contrato de un año con los Cachorros y tuvo un repunte en el 2023, disparando 26 cuadrangulares con OPS de .881 para Chicago. Si bien los números fueron buenos, la calidad subyacente de las métricas de contacto sugería que ese tipo de resultados podían no ser sostenibles.
La tasa de batazos duros de Bellinger del 31.4% en el 2023, según Statcast, se ubicó en el 10% inferior entre los bateadores calificados. Su tasa de macetazos (barriles) del 6.1% fue la más baja de su carrera hasta ese momento, incluso contando su bajón del 2021-2022. Su porcentaje de macetazos no mejoró mucho al año siguiente, cuando fue del 6.3%.
“No era necesariamente que estuviera más enfocado en hacer contacto”, comentó Bellinger sobre su falta de poder desde el 2021 hasta el 2022, y su contacto relativamente suave en el 2023 y el 2024. “Obviamente, estaba pasando por algunos momentos difíciles. Realmente no sabía lo que estaba haciendo mi cuerpo ni dónde estaba la maceta del bate”.
Bellinger dijo que se sentía “fuera de control” en la caja de bateo durante esos tiempos. Agregó que tiene algunos “puntos clave” que necesita tener en cuenta mecánicamente, y que después de la lesión en el hombro del 2020, su swing cambió.
Luego llegó la temporada muerta pasada, cuando los Yankees adquirieron a Bellinger en un cambio con los Cachorros. Y si bien no es de ninguna manera la versión del 2019, algo es cualitativamente diferente en él este año: su tasa de macetazos del 10.5% y su tasa de batazos duros del 40.5% son sus mejores marcas desde el 2019 y el 2020, respectivamente.
El slugging esperado de .459 de Bellinger es también el más alto para él desde el 2020. ¿Está regresando el poder?
Si es así, ¿qué cambió?
“Son cosas muy simples, honestamente”, aseguró Bellinger. “A principios de este año, hablé con los coaches de bateo y simplemente lo superamos, y ahora estoy en un muy buen lugar”.
¿Y el hombro?
“El hombro se siente bien”, añadió. “Trabajo mucho con él. Obviamente, me operaron, pero en última instancia, se siente bastante bien. Se trata más de flexibilidad para mí, si puedo mantener la flexibilidad en el hombro. Obviamente, la fuerza es importante, pero la flexibilidad también es bien importante”.
La flexibilidad es importante, y la flexibilidad de Bellinger en el terreno es uno de sus atributos más atractivos. Puede jugar en los jardines o en la primera base. Con Paul Goldschmidt en la inicial -- y también bateando bien después de un par de años por debajo -- Bellinger está en el jardín central, donde su defensa continúa brillando.
¿Pero si los bambinazos de Bellinger comienzan a proliferar? ¿Detrás de Judge? Cuidado.
En el 2019, cuando Bellinger estaba al rojo vivo durante los primeros dos meses de la campaña, nunca olvidó lo difícil que es el juego. Pero lo difícil que es batear en las Grandes Ligas simplemente subraya lo notable que fue lo que hizo él en ese entonces, y lo que está haciendo Judge ahora.
Sí, el 2019 fue hace mucho tiempo. Pero Bellinger está demostrando que todavía tiene algo de poder en ese bate.
“Me levanto todos los días para ser la mejor versión de mí”, terminó Bellinger. “Y cuando pongo la cabeza en la almohada por la noche, quiero poder decir que hice todo lo que pude. Eso es lo único que puedes pedir”.