WASHINGTON – Era el tipo de jugada que Jacob Young había practicado muchas veces.
Quizás incluso cuando era un adolescente jugando en ligas de la Florida junto con Riley Greene.
Los años de Young perfeccionando sus habilidades, mejorando su enfoque y combinándolo con su instinto natural llevaron a un increíble robo de jonrón en las Grandes Ligas, precisamente a Greene.
En una hazaña al estilo del Cirque du Soleil, Young escaló la barda del jardín central en el Nationals Park para traer de vuelta al terreno el profundo elevado del encendido Greene en el noveno inning de la victoria de los Nacionales por 9-4 sobre los Tigres, líderes de la Liga Americana.
"No he visto la repetición y no voy a hacerlo”, indicó Greene en tono de broma. “Fue una atrapada increíble. Nunca he visto nada igual. Él era un muy buen jugador en ese entonces y lo sigue siendo ahora".
La impresionante jugada defensiva dejó atónitos a los que estaban en el terreno y en el dugout, y provocó una estruendosa ovación de pie durante el partido por parte de la multitud.
“Probablemente la mejor atrapada que he visto en persona”, señaló el veterano de 10 años en MLB, Josh Bell.
“Me quedé en blanco”, dijo Kyle Finnegan.
Finnegan estaba en el montículo para contener un intento de remontada de los Tigres cuando Greene, quien conectó dos jonrones en el Juego 1 de la doble cartelera, sacudió un elevado de 388 pies por el jardín central. Young, finalista a un Guante de Oro en el 2024, anticipaba el daño que Greene podía hacer en el plato. Se había preparado para momentos como éste.
“Creo que desde que tienes cinco años, escalas la barda para intentar hacer cosas geniales”, comentó Young. “Pero es muy difícil mantener la vista en la pelota mientras escalas la pared. Entonces, se trata de practicar quitarle la vista a la pelota y volver a encontrarla, cosas así. Luego, todo se incorpora en una gran jugada en un momento dado; un montón de pequeñas cosas conducen a esa gran jugada”.
Todas esos factores se tradujeron para que Young plantara su pie derecho para subir por la barda, se apoyó con el brazo derecho contra ella y extendió el brazo de su guante izquierdo sobre la barda en ángulo para lograr el robo.
“Pensé que iba a seguir volando [la pelota]”, dijo Young. “Creo que perdió fuerza a medida que se acercaba a la barda. Cuando llegué a la pared, me di cuenta de que no estaba tan alta como pensaba. Entonces, tuve que ajustar el guante hacia abajo para atraparla casi de lado más que nada”.
Debido al nivel de dificultad y al ángulo del guante de Young, muchos de los jugadores no se dieron cuenta del resultado hasta que vieron la prueba de la atrapada.
“No pensé que la había atrapado hasta que lanzó la pelota de vuelta”, agregó el inicialista de los Nacionales, Josh Bell. “Creo que todos tuvimos la misma reacción, que fue, ‘¡Santo cielo!’”.
El dominicano Luis García Jr. hizo la señal típica del Hombre Araña desde la segunda base. Un atónito Brandon Finnegan levantó los brazos y exclamó en el montículo mientras se registraba dramáticamente el segundo out de la entrada.
“Fue increíble”, dijo Finnegan. “Él es tan bueno yendo hacia atrás, hacia la barda. Ya ha pasado mucho tiempo ahí fuera, así que de verdad conoce esa parte extraña del terreno. Parecía que le tenía tomada la medida y calculó el salto perfectamente. Muchas veces tu pie se resbala cuando intentas catapultarte desde la barda. Él hizo que pareciera rutinaria”.
El manager de los Nacionales, Dave Martínez, quien disputó más de 1,500 partidos en los jardines, apreció por experiencia propia que esa jugada estuviera lejos de ser rutinaria.
“Cuando escalas la cerca de esa manera, es difícil enfocarse y concentrarse en la pelota porque estás tratando de subir”, dijo Martinez. “Se posicionó perfectamente, llegó allí y calculó el tiempo a la perfección”.
El manager de los Tigres, A.J. Hinch, elogió la jugada desde el dugout de visitantes.
"Vi una de las atrapadas más acrobáticas que he visto en mi vida, escalando la barda y llegando hasta la cima”, agregó Hinch. “Afortunadamente no fue en un juego de una carrera. Fue una atrapada increíble. Me alegro de que la lanzara de vuelta rápidamente, porque no se podía ver si la había atrapado o no. No hubo duda una vez que lanzó la pelota de vuelta".
La atrapada ocurrió tan rápido que Young no tuvo tiempo de procesarla en tiempo real. Una vez que aterrizó de pie — y se dio cuenta de que había estado mucho más alto de lo que pensaba — fue recibido por la ovación.
“Vi a Finnegan que se bajó del montículo, y escuché a todos empezar a aplaudir”, describió Young. “Fue un momento genial. No tienes la oportunidad de experimentar eso muy a menudo en general. Es genial cuando los fanáticos notan algo así y te dan su reconocimiento. Fue muy divertido”.