NUEVA YORK -- Cuando los Mets subieron al receptor venezolano Francisco Álvarez desde Triple-A Syracuse el lunes, los directivos del club describieron a un jugador que no solamente había aceptado el reto de su descenso a las Ligas Menores, sino lo enfrentó con gran actitud. El pelotero regresó a Queens verdaderamente diferente, según los de la gerencia.
En su primera oportunidad para demostrarles que acertaron, Álvarez dio un doblete clave hacia la barda del bosque derecho en el octavo episodio el lunes, impulsando la remontada que resultó en la victoria por 7-5 sobre los Angelinos el lunes en el Citi Field.
Álvarez terminó la jornada bateando de 2-1 con dos boletos negociados y dos anotadas para unos Mets que también vieron aportes importantes del dominicano Juan Soto (un sencillo de dos carreras para empatar el partido en el séptimo inning) y Brett Baty (un jonrón de dos vueltas en el cuarto episodio, más un pasaporte que inició la reacción decisiva en la octava entrada).
Pero fue la jornada de Álvarez la que se sintió más simbólica. Luego del boleto a Baty, Álvarez dio un tablazo hacia la pradera derecha, donde Chris Taylor la tuvo a la vista, pero no la engarzó. El siguiente bateador, el quisqueyano Ronny Mauricio, dio una rodada hacia la tercera base. Aunque el cubano Yoán Moncada logró fildearla, realizó un tiro desviado al plato que permitió la carrera de la ventaja.
Del 11 al 20 de julio, Álvarez dio siete cuadrangulares en seis encuentros en Syracuse. Cerca de esa gran racha, la gerencia de los Mets comenzó a contemplar si era hora de subir al catcher. Lo consideraron, pero querían estar completamente seguros. Cuando Álvarez dio cuatro vuelacercas el fin de semana, se aclaró todo.
Entonces Álvarez se reintegró a Nueva York el lunes, bateando de octavo y como titular detrás del plato para el inicio de la serie contra los Angelinos. Desde el punto de Álvarez, era un jugador diferente, física y mentalmente. Los directivos del club no solo esperan que así sea, sino que tienen motivos para creerlo.
“He visto tener ambos finales”, declaró el máximo ejecutivo de los Mets, David Stearns. “He visto jugadores lamentarse y preguntarse ‘¿por qué a mí?’ También he visto jugadores dar un giro y trabajar con los instructores en un ambiente con menos presión. Y desde el primer día que Alvy estuvo allá, eso fue lo que hizo. Trabajó extremadamente fuerte”.
Si puede volver a descubrir su forma del 2023, Álvarez reforzará la parte baja del lineup que con frecuencia ha tenido para producir carreras sin él. Los Mets no necesitan que sea su mejor bateador. Simplemente necesitan que sea una amenaza.
Álvarez dijo que mentalmente también está en un buen lugar, comprometido a quedarse del todo en las Grandes Ligas.
“Es como cuando tropiezas con una piedra”, explicó Álvarez. “No quieres hacerlo otra vez”.