El puertorriqueño Enrique “Kike” Hernández se convirtió en una sensación al subir al montículo en Los Ángeles la semana pasada. Su presentación sin carreras contra los Marlins el 29 de abril atrajo más atención de lo usual para un jugador de posición en la lomita -- no por la impresionante variedad de curvas lentas que tiró sobre el plato, sino por la exhibición de moda que hizo en el proceso.
Haciendo su primera presentación como lanzador en el Dodger Stadium, Hernández usó un casco sobre su gorra. Era una imagen familiar para cualquiera que hubiera pasado tiempo cerca de los Dodgers durante la pretemporada, pero nada que se haya visto en acción en esta campaña.
El casco le había sido ofrecido a Bobby Miller por un médico, después de que el derecho fuera golpeado en la cabeza por una línea en su debut en la Liga del Cactus. Miller no tuvo interés en usar el protector de cabeza, pero a Hernández le gustó y empezó a usarlo en el Camelback Ranch.
Y, por supuesto, el inusual -- aunque práctico -- casco reapareció cuando Hernández hizo su sexta presentación como lanzador en su carrera.
"Que él lo usara anoche fue definitivamente algo diferente y nuevo", comentó el zurdo Alex Vesia. "Y lo lució. Creo que fue increíble".
Pero por mucho que los Dodgers disfrutaran el espectáculo, una muestra de lanzadores encuestados sobre el casco de Hernández estuvo firmemente de acuerdo: No tienen previsto probarlo en el corto plazo.
Kirby Yates: "Todo el mundo lo ha pensado. Pero la idea de hacerlo… creo que, obviamente, es bueno protegerse. Pero en cuanto a ese artículo en particular, no sé si sería cómodo".
El dominicano Luis García agregó lo siguiente: "No creo, no. Ni siquiera la gorra que [hicieron] hace un par de años. No. No creo".
Tanner Scott: "No, no".
No es algo sin precedentes que los monticulares experimenten con algún tipo de protección para la cabeza, pero sigue siendo poco común ver a alguien en el montículo usando cualquier cosa más allá de una gorra convencional. Entre las innovaciones recientes, ha habido gorras acolchadas e insertos de Kevlar, pero nada se ha pegado de verdad en toda la liga.
Pero la idea de usar algún tipo de equipo protector todavía atrae a algunos serpentineros, especialmente después de una lesión como la de Miller durante la primavera. Las lesiones graves en la cabeza pueden costar más que solamente una carrera como jugador.
"Obviamente, cuando Bobby fue golpeado en la cabeza durante la primavera, fue una gran revelación, de lo que puede pasar. Afortunadamente, está bien y le va bien y todo eso", dijo Vesia. "Creo que fue un par de días después que Kike había sacado ese [casco]. Estaba interesado en él, simplemente como, ¿podría esto implementarse en algún momento?.
"Es muy grande y voluminoso. Entonces, creo que definitivamente tomaría algo de tiempo acostumbrarse, sólo porque una gorra de béisbol es muy ligera. Para mí, realmente no la noto cuando estoy lanzando, así que definitivamente tomaría algo de tiempo acostumbrarse".
La posible incomodidad de usar un casco mientras se está en el montículo fue lo que más surgió entre los lanzadores de los Dodgers. Entonces, la perspectiva de probar algo que pudiera sentirse menos invasivo tuvo la recepción más positiva.
"Tienen estos insertos de Kevlar que puedes poner en tu gorra que son probablemente lo mejor que he visto", dijo Yates. "Estoy seguro de que después de usar eso unas cuantas veces, probablemente ni siquiera sepas que está ahí. Es como el PitchCom, ¿verdad? Pones el PitchCom ahí y las primeras veces, es raro. Ahora es como si ni siquiera lo notaras".
Lo mismo podría ser cierto incluso para un casco después de un período de ajuste. Pero aun así, la idea de usar protección para la cabeza todavía no atrae mucho a algunos.
"No, simplemente nunca lo usaría", dijo Scott. "No creo que fuera cómodo. Pero creo que le queda muy bien [a Kike]".
Hernández dijo que debido a que está acostumbrado a usar cascos de bateo, realmente no siente ninguna diferencia lanzando con o sin el casco.
Bueno, excepto por una cosa.
"Me sentí mucho más seguro", señaló Hernández.