LOS ÁNGELES -- Los Cerveceros se llevaron su tercer y último encuentro ante los Dodgers el domingo de la misma manera en que ganaron cada partido este fin de semana: Milwaukee simplemente pegó más fuerte que Los Ángeles en su victoria por 6-5.
Lo que originalmente se anticipaba como un clásico duelo de pitcheo entre el colombiano José Quintana y Clayton Kershaw se desvió rápidamente luego de que la ofensiva de los Cerveceros aprovechó una mala defensa detrás del tres veces Cy Young.
Los Dodgers cometieron tres errores en el compromiso, dos de ellos en medio de un ataque de tres carreras por parte de los Cerveceros en el inicio del cuarto capítulo que empató el compromiso.
Con la barrida de la serie particular contra los Dodgers (la primera vez que los Cerveceros lo logran), el conjunto de Milwaukee amplió su racha a 10 triunfos, la tercera vez desde 1995 que el equipo ha ganado 10 consecutivos.
También son el primer club desde los Cardenales del 2006 (siete partidos) y los Bravos de 1994 (seis encuentros) en barrer la serie particular contra los Dodgers (mínimo de cinco juegos).
Lo más importante fue que con la derrota de los Cachorros ante los Medias Rojas el domingo, los Cerveceros comparten la cima de la Central de la Nacional y el mejor récord en el Viejo Circuito con 59-40.
Es una gran diferencia de donde se encontraban los Cerveceros apenas hace unos meses. Y lo que posiblemente es más impresionante, este giro no ha sido un resultado de un canje impactante o un gran paso de la ofensiva -- ha ocurrido con jugadores como Andrew Vaughn, quien pasó a Milwaukee desde los sotaneros Medias Blancas. Jugadores como Blake Perkins, quien fue activado de la lista de lesionados hace seis días luego de estar apartado desde el 24 de marzo por una dolencia en la espinilla derecha.
El bullpen también recibió una gran ayuda de Quintana, quien logró lanzar seis entradas completas pese a conceder tres carreras en el cuarto capítulo.
Quintana, integrando su octavo equipo en 14 temporadas, nota algo diferente en la energía del clubhouse de Milwaukee.
“Estos muchachos son maravillosos”, señaló el zurdo. “Quieren jugar. Quieren seguir hambrientos siempre. … Aumentan el ritmo rápidamente. Si ganamos, nos fijamos inmediatamente en el siguiente paso”.