Por fin apareció ese swing grande.
Los Azulejos habían estado esperando un tiempo, acumulando victorias de formas creativas mientras aguardaban a que su superestrella tomara las riendas. El dominicano Vladimir Guerrero Jr. finalmente cumplió la tarde del domingo, conectando un gigantesco jonrón en la primera entrada que levantó al público en el Rogers Centre y ayudó a Toronto a llevarse una victoria por 8-6 sobre los Gigantes.
Fue el primer jonrón de Guerrero desde el 29 de junio y apenas su tercer extrabase en 14 juegos este mes. De alguna manera, los buenos tiempos continuaron para los Azulejos, pero desatar ese poder es clave. Necesitan que Vlad sea Vlad.
Él también quiere ser ese cañonero, pero una gran parte del camino de regreso es mantener el enfoque en las cosas correctas.
“Estamos ganando y estamos jugando buen béisbol, y para mí eso es lo mejor”, dijo Guerrero antes del partido. “Cuando el equipo está ganando, en eso es en lo que tenemos que enfocarnos. Y yo seguiré trabajando duro y dando lo mejor de mí”.
Nadie en los Azulejos argumentaría lo contrario.
Guerrero conectó a una curva de Robbie Ray y la envió a 420 pies, según las proyecciones de Statcast, hacia el jardín central para empatar el juego y ayudar a Toronto a lograr su 29no triunfo remontando de la temporada, el tope en la Liga Americana, y una barrida sobre los Gigantes. También fue la décima victoria consecutiva en casa para Toronto.
Los otros bates importantes lo secundaron para apuntalar la ofensiva, un cambio de dinámica con respecto a juegos recientes en los que los jugadores clave fueron los de la parte baja del orden.
Bo Bichette bateó un doble de dos carreras en el tercer inning para darle la ventaja a los Azulejos. Luego, George Springer conectó su 17mo. jonrón de la temporada, seguido por un sencillo remolcador del mexicano Alejandro Kirk y un potente bambinazo de dos carreras de Addison Barger durante un quinto episodio de cuatro anotaciones.
Cuando los Gigantes respondieron con cuatro rayitas en la siguiente entrada, Guerrero volvió a responder. Su segundo imparable del día se coló perfectamente fuera del alcance del campocorto dominicano Willy Adames para remolcar a Springer y dar a los canadienses una ventaja de dos carreras.
Guerrero golpeó sus manos una y otra vez en la primera base, volteándose hacia el dugout para celebrar con su "cara de juego" todavía puesta. No hay nada de malo en una rolling perfectamente colocado. Es una de las muchas maneras en que el “Vladdy en su mejor forma” puede vencerte.
“De eso se trata, de competir y dar lo mejor de mí en el terreno”, dijo Guerrero después del juego. “… La motivación siempre está ahí”.