Seis jugadores que batearían .300... algo cada vez menos común

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¿Sabes cuántos jugadores calificados batearon para .300 o mejor el año pasado? La respuesta es siete. Hubo nueve en el 2023, 11 en el 2022 y 14 en el 2021. Es decir que el bateador de .300 — durante mucho tiempo la vara con la que se mide la excelencia en el béisbol desde hace más de un siglo — se está volviendo cada vez menos común.

Hay motivos evidentes, empezando por el hecho de que el pitcheo está más difícil que nunca. Luego está la revolución analítica, que entiende — de una forma que quizás los gerentes generales de los años 80 no comprendían — que si bien el promedio de bateo es importante, existen muchas otras estadísticas que captan con mayor precisión los aportes ofensivos de un jugador.

Pero, aun así, la mística del bateador de .300 sigue viva y prominente. Es uno de esos clásico números redondos del béisbol.

Obviamente, todavía es temprano en la temporada, así que no deberíamos tomar demasiado en cuenta el hecho de que 32 jugadores calificados llegaron a la acción del martes con promedio de .300 o más. Hay algunos promedios llamativos que entusiasman a todos, aunque sabemos que probablemente mermen con el tiempo. Lo fascinante, sin embargo, es la variación en la manera en que estos jugadores logran esos números. No hay una sola fórmula para llegar hasta allí.

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Aquí echamos un vistazo más de cercano a seis de los jugadores más intrigantes que comenzaron el martes con promedio de .325 o más, cada uno aplicando un enfoque distinto para intentar lograr una hazaña cada vez más escasa.

Aaron Judge, RF, Yankees

.384 de promedio (1ro en MLB)

Judge, como siempre, está destrozando la bola, pero parte de lo que lo ha elevado de “bateador de jonrones” a “dominante al estilo Barry Bonds” ha sido su contacto. Su porcentaje de ponches (21.2%) es el más bajo de su carrera y está ligeramente por debajo del promedio de MLB. Mientras tanto, sigue dándole a la bola con la misma fuerza de siempre, o sea: más fuerte que casi cualquier otro jugador en el deporte.

Eso significa que Judge lo tiene todo: Está disparando cuadrangulares (siete) y llegó al martes como líder de Grandes Ligas en hits (33), porcentaje de embasarse (.490), OPS (1.188) y carreras empujadas (25). Ahora mismo, simplemente no hay manera de lanzarle sin que te castigue. Después de que Bonds rompió el récord de jonrones en una campaña en el 2001, ganó títulos de bateo en dos de las siguientes tres temporadas. Eso no está fuera del alcance de Judge.

Paul Goldschmidt Goldschmidt, 1B, Yankees

.372 de promedio (2do en MLB)

Durante gran parte de la campaña pasada, se especulaba ampliamente que la carrera de Goldschmidt estaba por llegar a su fin. En el último año de su contrato con los Cardenales —equipo con el que ganó su único premio a JMV — tuvo problemas casi todo el año. En el 2024, bateó por debajo de .200 hasta el 13 de mayo y, aunque se recuperó un poco después, su promedio final (.245) fue el más bajo de su carrera.

Su mejoría en la segunda mitad (.271/.319/.480) le valió un contrato de un año con los Yankees, donde ha bateado como… bueno, no exactamente como el JMV de antes, sino como un jugador completamente distinto. A sus 37 años, lleva un solo bambinazo esta temporada, y sus métricas de velocidad de salida, contacto fuerte y barriles están muy por debajo de lo que mostró en el 2024. Tiene apenas cinco dobles, así que básicamente se ha convertido en un bateador de sencillos; es raro ver a Goldschmidt batear como Tony Gwynn. (De hecho, Gwynn conectó muchos más cuadrangulares.)

Goldschmidt ha compensado la falta de poder con mucho más contacto y muchos menos ponches y rodados. El resultado hasta ahora: El promedio más alto de su carrera… por 50 puntos.

Pero incluso si su promedio baja un poco, los Yankees definitivamente están obteniendo valor por su inversión.

Jacob Wilson, SS, Atléticos

354 de promedio (5to en MLB)

Wilson, la sexta selección general del Draft amateur del 2023, vio acción en 28 partidos con los Atléticos el año pasado, debutando apenas un año después de haber sido seleccionado de la Universidad Grand Canyon. Eso formó parte de una tendencia reciente de la organización de ser agresivos a la hora ascender jugadores. (Sólo pregúntenle a Nick Kurtz, la cuarta selección general del Draft amateur del 2024.)

Las cosas no le salieron bien a Wilson el año pasado: Se lesionó en su debut de Grandes Ligas, se perdió más de un mes y terminó bateando .250 sin cuadrangular alguno. Pero en el 2025, los Atléticos finalmente tienen al Wilson que estaban esperando, ya que el joven de 23 años no sólo está bateando por encima de .350, sino que también tiene un slugging de .500 con ocho extrabases.

Wilson, claro está, siempre ha sido un bateador de alto promedio: Tuvo .401 durante su breve paso por ligas menores (79 partidos). No cuenta con poder descomunal y todavía no ha negociado ni una sola base por bolas esta temporada, pero ya parece sacado directamente de tu equipo favorito de 1988.

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Trevor Story, SS, Medias Rojas

Promedio: .337 (10mo en MLB)

Story ha lidiado con tantas lesiones durante gran parte de su carrera, especialmente desde que se integró a los Patirrojos, que no puedes culpar al dirigente puertorriqueño Alex Cora por darle días libres siempre que pueda. Definitivamente, ha rendido dividendos esta semana, con un descanso el domingo antes del partido del Día de los Patriotas el lunes…un compromiso en el que Story bateó de 4-3.

El ver a Story así – o sea, “en salud” -- nos recuerda por qué puede lograrlo. Y es mucho más emocionante verlo alcanzarlo en el Fenway Park, donde siempre parecía encajar por su swing que genera tantos elevados. Tras sus primeros 10 juegos en Boston esta campaña, lleva promedio de .381 y slugging de .619.

“Hay una sensación de normalidad, de ya estar acoplado”, explicó Story esta semana, “y de no tratar de luchar con mi salud todos los días”.

Está por verse si puede mantenerse saludable por todo el año, y jamás ha bateado por encima de .300 (algo sorprendente es que su marca personal con los Rockies fue .294). Aunque el Coors Field ya no es el hogar de Story, es posible que no esté mejor perfilado que ahora mismo.

Steven Kwan, LF, Guardianes

Promedio: .333 (11mo en MLB)

Aunque no lo puedan creer, Kwan efectivamente jamás ha alcanzado promedio de .300 en su carrera en las Grandes Ligas -- aunque ha estado bien cerca. Bateó .298 como novato en el 2022 y .292 el año pasado, pese a llegar al 16 de junio con un impresionante promedio de .398.

Sin embargo, fue un rápido descenso desde esa fecha. Kwan bateó apenas .230 en 79 encuentros el resto de la temporada, incluyendo .195 en septiembre/octubre. Puede ser que vea un mismo derrumbe en el 2025, pero eso parece poco probable. Kwan ha juntado sus capacidades de contacto (99no percentil de menor cantidad de swings en blanco) con selectividad (87mo percentil de menor cantidad de swings fuera de la zona de strike), para ser uno de los motores de una ofensiva de Cleveland que necesita el mayor aporte posible de cada uno de sus bates.

No te sorprendas si Kwan supera su marca personal de 14 cuadrangulares, que también alcanzó el año pasado. Ya lleva cuatro, a pesar de que ocupa los últimos puestos de la liga en velocidad del bate y velocidad de salida. Es un perfil poco común en estos momentos, pero funciona para Kwan. Ahora, el mayor factor será hacer lo que no pudo el año pasado: Mantenerse en salud.

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Jung Hoo Lee, CF, Gigantes

Promedio: .329 (13ro en MLB)

Cuando San Francisco agregó la temporada pasada al que una vez fue JMV de la KBO, pensaron que contarían con un bateador de sencillos que podría robarse bases y causar estragos en los senderos. En vez de eso, contaron con un jugador que fue sorprendido tres veces en cinco intentos de robo, bateó apenas .262 y resultó sufriendo una lesión en un hombro que le dio fin a su campaña tras apenas 37 partidos. No fue la transición ideal a la Gran Carpa.

Eso resultó en que la mayoría de los observadores se olvidaran de Lee, por lo que ha sido emocionante verlo irrumpir con uno de los equipos de mayor sorpresa en todo el béisbol. La parte más divertida en lo que hace Lee es que simplemente no está bateando para promedio; también ha demostrado trueno. Lleva tres vuelacercas, dos triples y encabeza MLB con 10 dobletes, que resulta en un slugging de .600. Además, ya se ha robado más bases (tres) que todo el año pasado.

Lee tampoco funge como preparador de mesa, con el piloto de los Gigantes, Bob Melvin, normalmente poniéndolo de tercero en la alineación en vez de primer bate. Velocidad, contacto y más trueno de lo que algunos pensaban -- es evidente por qué fue reconocido como JMV. Esto también podría durar: Bateó .360 en toda una campaña en Corea del Sur.

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