Randy dio grand slam y luego sentenció el triunfo “caminando”... literalmente

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SEATTLE -- A Randy Arozarena no le importaba que los Marineros estuvieran siendo blanqueados en el octavo inning la tarde del miércoles, no le importaba que estuvieran en camino a otra dura derrota contra sus rivales de división y no le importaba si lo que sucedería a continuación podría ser descifrado como una falta de respeto.

Todavía estaba empeñado en inyectarle una dosis de energía contagiosa al dugout local en el T-Mobile Park.

Arozarena fue el factor clave en la milagrosa victoria de los Marineros por 7-6 sobre los Astros al encender un improbable rally con el segundo grand slam de su carrera en la octava entrada, un cañonazo que definitivamente encendió a sus compañeros de equipo, y luego negociando un boleto con las bases llenas con dos outs en el novena para dejar tendido a Houston.

“Soy un hombre que cuando las cosas no van bien, siempre estoy tratando de animar a todos”, dijo Arozarena. “Siempre me veo como una especie de motor, tratando de transmitir la energía que tengo a todos los demás”.

La gran jornada de Arozarena catapultó a los Marineros (5-8) a su primera serie ganada en el 2025, menos de 24 horas después de que se fueron de 19-1 con corredores en posición de anotar en una derrota en extrainnings y perdieron a otro contribuyente clave en la lista de lesionados.

“Randy siempre está buscando encender las cosas cada vez que pisa el terreno”, aseguróel dominicano Julio Rodríguez, quien preparó la mesa para Arozarena con un doble de dos carreras para empatar el juego. “Es tan eléctrico, y definitivamente respondió a lo grande en ese momento”.

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Con los Marineros a sólo cuatro outs de la derrota, y con un 96.8% de probabilidades de perder, según Baseball Savant, Arozarena emboscó una recta en 1-1 del relevista zurdo Steven Okert y la vio navegar por el cielo antes de comenzar su largo trote de jonrón, pero no antes de detenerse cerca de la primera base y hacer su pose característica cruzando los brazos en alto sobre su pecho.

“Sé que tenemos un buen grupo”, comentó Arozarena. “Tenemos un buen grupo. Y sé que es temprano en la temporada, pero el objetivo es octubre. Quiero volver a octubre”.

Arozarena está bateando solo .191 a pesar de quemar la bola al principio de esta temporada, aunque su .801 OPS muestra que su producción está haciendo el daño más óptimo, y podría insinuar que se calentará más a medida que pasen los juegos.

Pero el impacto que el jardinero izquierdo podría llevar aún más lejos es la energía contagiosa que ha mostrado en algunos de los momentos más importantes de la joven campaña. Arozarena también encendió la remontada de los Marineros en el Día Inaugural, también en el octavo episodio, con un bambinazo para empatar el juego.

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Es probable que Arozarena sea más necesario que nunca en ese sentido, ahora que el primer bate y bujía del club, el dominicano Víctor Robles, está fuera de juego al menos 12 semanas con una fractura en el hombro izquierdo.

“Nuestro outfield es extremadamente dinámico”, aseguró el manager de los Marineros, Dan Wilson. “Y estos muchachos tienen una alegría por el juego. Tienen un amor por el béisbol, y tienen un talento increíble para acompañar eso, y Randy encaja perfectamente”.

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Arozarena estuvo en el plato en las dos visitas al home más importantes, pero necesitó ayuda para producir esos grandes momentos, especialmente dado que los Marineros tenían solo dos hits cuando empezó el octavo.

Rodríguez lo preparó con un doble a 98.7 mph para romper una mala racha de 15-0 que se remontaba a su jonrón de la primera entrada el domingo en San Francisco.

“Ese turno al bate vino con un poco de responsabilidad adicional”, aseguró Rodríguez.

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El batazo de Rodríguez se produjo inmediatamente después de un desafío de Wilson y el coordinador de repetición Andy Bissell que mantuvo al colombiano Donovan Solano en tercera base, después de que inicialmente fue declarado out al ser tocado fuera de la base tras un roletazo de J.P. Crawford.

Solano y Miles Mastrobuoni – comenzando en la segunda base por Ryan Bliss después de que éste fuera colocado en la lista de lesionados la mañana del miércoles por un desgarre en el bíceps izquierdo – conectaron cada uno sencillos, y Crawford se embasó por jugada de selección. Y en el octavo, Mastrobuoni (sencillo), Crawford (boleto) y Rodríguez (boleto) estaban en base cuando Arozarena dio su grand slam.

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“Eso es lo que hacen los grandes equipos”, dijo Arozarena. “No importa cómo empieces, pero es como todos se unen para lograr una victoria”.

Los Marineros se estaban acercando a una tercera derrota consecutiva en la serie, seguida de una serie de fin de semana contra los punteros Rangers, y potencialmente, un agujero más profundo en la División Oeste de la Liga Americana. Sí, es temprano, pero estos juegos divisionales, especialmente en casa, han demostrado ser vitales para un equipo que se ha perdido la postemporada por muy poco cada uno de los últimos dos años.

Arozarena ya está hablando de octubre en abril, lo que tal vez sea algo bueno. Y aún mejor es que respaldó esas palabras a lo grande en el terreno.

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