Pese a la derrota, los Azulejos se ilusionan con la mejor versión de Berríos
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ANAHEIM -- El puertorriqueño José Berríos puso a los Azulejos en posición de ganar.
Lanzó hasta la séptima entrada, las primeras cinco de las cuales fueron sin carreras. Fue un duelo de pitcheo contra su excompañero Yusei Kikuchi del otro lado durante la mayor parte del partido. Berríos lo igualó pitcheo por pitcheo y en cada paso del camino hasta que los bates de los Azulejos despertaron con tres carreras en la parte alta de la séptima.
Sin embargo, el equipo terminó derrumbándose al final, en una eventual derrota por 5-4 ante los Angelinos.
“Vengo haciendo pitcheos de mayor calidad”, indicó Berríos. “Mis lanzamientos se han estado moviendo mejor también. Mi rotación, mi cambio, mi recta de dos costuras. Sólo trato de seguir construyendo sobre eso y seguir trabajando”.
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Berríos contó con su mejor repertorio, especialmente al inicio. Los primeros seis de sus nueve ponches – máxima cantidad para él en el año – llegaron seguidos a lo largo de las primeras tres entradas. Su slurve lució casi imbateable durante la mayor parte de la noche, produciendo 12 de su total de 18 swings en blanco.
Fue un pitcheo que simplemente le siguió funcionando, incluso mientras los bateadores de los Angelinos se ajustaban a lo largo del encuentro. Berríos no fue perfecto, ya que también otorgó cinco bases por bolas y dejó un par de pitcheos rompientes colgados que resultaron en cuadrangulares solitarios de los bateadores de los Angelinos, el cubano Yoán Moncada y Kyren Paris.
“Creo que [su] pitcheo rompiente estuvo bien bueno”, agregó el manager John Schneider sobre Berríos. “Contra esa alineación con muchos derechos, su pitcheo rompiente fue bien bueno. Muchos swings fallidos, muchos ponches. Una de sus mejores presentaciones, claro”.
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El cerrador Jeff Hoffman, quien ha sido un punto brillante durante la mayor parte de la temporada, tuvo su segundo jugego difícil consecutivo, desperdiciando una ventaja de dos rayitas en la novena entrada. Los Angelinos llenaron las bases con sus primeros tres bateadores en el episodio, preparando un doble de oro del cubano Jorge Soler.
El propio Berríos ya está pasando la página. Sabe lo temprano que todavía es en el calendario.
“Obviamente, no queremos estar en esta posición, perdiendo juegos así”, dijo Berríos. “Pero eso es béisbol. Por eso lo amamos; por eso tenemos pasión por este deporte. Mañana es otra oportunidad”.