Los Gigantes ganaron con un batazo… ¡que no se veía en casi 100 años!

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SAN FRANCISCO -- Los Gigantes han tenido su cuota de finales improbables en el Oracle Park este año, pero el de la noche del martes podría haber sido el más increíble de todos.

Patrick Bailey conectó un jonrón dentro del parque de tres carreras en la parte baja de la novena entrada para llevar a los Gigantes a una impresionante victoria por 4-3 para dejar en el terreno a los Filis, que aseguró la serie para San Francisco sobre Filadelfia.

Fue el primer “jonrón de piernas” de oro desde que Tyler Naquin conectó uno para Cleveland el 19 de agosto del 2016, y el primero para San Francisco desde que el puertorriqueño Ángel Pagán lo hiciera el 25 de mayo del 2013. Bailey también se convirtió en apenas el tercer receptor en lograr la hazaña, uniéndose a Bennie Tate de los Senadores de Washington (11 de agosto de 1926) y a Pat Moran de los Cachorros (4 de agosto de 1907).

Fue un momento que le quitó el aire a Bailey, literalmente.

“Tienen que pasar muchas cosas para que yo dé un cuadrangular de campo”, comentó Bailey. “Cansado. Ojalá se hubiera ido por encima de la barda”.

El batazo de 414 pies y 103.4 millas por hora habría superado las cercas en cualquier otro estadio de Grandes Ligas, pero las peculiaridades del Oracle Park obligaron a Bailey a encender los motores en lugar de hacer un trote tranquilo.

“Al salir del bate, sabía que le había dado bien”, describió Bailey. “Y luego, obviamente, vi que iba hacia el ‘Triples Alley’. Y pensé, ‘Oh, tengo que correr. Tengo que llegar al menos a tercera aquí’. Y luego, una vez que vi el rebote, pensé, ‘Está bien, sólo no te caigas’”.

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La conexión terminó rebotando y superando a los jardineros Brandon Marsh y Nick Castellanos y rodando hasta la zona de advertencia en el jardín central, permitiendo a Bailey recorrer las bases y dar a los Gigantes su sexta victoria en sus últimos siete juegos.

“Podrías jugar 100 años más aquí, y no creo que una bola pegue justo ahí en ese lugar”, afirmó Marsh.

“Fue eléctrico”, dijo Schmitt. “Fue uno de los partidos más locos en los que creo que he jugado”.

Bailey fue de home a home en 16.59 segundos, registrando una velocidad de sprint promedio de 27.4 pies por segundo en la inolvidable jugada, que llevó a la algarabía aun abarrotado estadio.

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