Despertar de Eugenio podría ser determinante para los Marineros en la recta final… y más allá
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KANSAS CITY -- El equipo más encendido del béisbol vio a uno de sus bateadores más peligrosos reencontrarse con su ritmo el miércoles por la noche, pero un inusual colapso del bullpen arruinó la oportunidad de los Marineros de aprovecharlo.
El venezolano Eugenio Suárez tuvo su primer encuentro de cuatro hits como Marinero, que incluyó un jonrón de dos carreras antes de anotar la carrera del empate en la séptima, pero el relevista Matt Brash permitió un cuadrangular de dos carreras para irse arriba en la octava en la eventual derrota de Seattle por 7-5 ante los Reales en el Kauffman Stadium.
Debido a la victoria de Houston (84-69) sobre Texas (79-74) el miércoles por la noche, Seattle (83-69) ya no está en la cima del Oeste de la Liga Americana. Sin embargo, los Marineros todavía se mantienen a dos juegos de los Tigres (85-67) por el sembrado Nro. 2 en la L.A., que otorga un pase directo a la Serie Divisional. Seattle también está empatado con Boston (83-69) por el segundo puesto del Comodín, manteniendo una ventaja de 2.5 encuentros sobre Cleveland (80-71), el primer equipo fuera de la clasificación.
Hay mucho en juego cada noche, y sólo se pondrá más intenso en los últimos 10 juegos de la temporada, por lo que derrotas como la del miércoles por la noche duelen, a pesar de que Suárez proporcionó el poder que los Marineros han estado esperando desde que fue adquirido desde Arizona.
Suárez entró al juego con un bache de 32-0, bateando apenas .165 con un OPS de .613 en 42 juegos con los Marineros. Un marcado contraste con su tiempo con los D-backs a principios de esta temporada, cuando el veterano de 34 años empalmó 36 cuadrangulares en camino a un OPS de .896 en 106 choques con Arizona.
Pero las cosas cambiaron en la segunda entrada el miércoles cuando Suárez le dio a una recta de Cole Ragans y la envió a una distancia proyectada por Statcast de 416 pies por encima de la barda del jardín izquierdo-central. Añadió un doble y dos sencillos más, anotando tres carreras por primera vez como Marinero, la última de ellas tras intentar iniciar una remontada en la novena entrada con un sencillo abriendo el inning.
“Obviamente, se siente genial. Después de ese primer turno al bate [en el que] pude batear esa recta alta y afuera muy bien, fue cuando empecé a sentir que, ‘OK, eso es todo lo que necesito’”, comentó Suárez. “No es algo en lo que tenga que hacer un ajuste. Sólo necesito un hit y estoy muy seguro de que vendrán más. Hoy fue uno de esos días en los que simplemente empiezas a sentirte mejor”.
A pesar de los problemas de Suárez, los Marineros seguían en racha. No conectó un hit en ocho de las 10 victorias consecutivas de Seattle, un período en el que el club anotó 78 rayitas. El éxito del equipo ayudó a Suárez a no presionarse, a pesar de estar en medio de una lucha por la postemporada.
“Es algo que cuando estás ganando, todo lo demás está bien”, subrayó Suárez. “No es algo como, ‘OK, tengo que preocuparme porque no estoy ayudando al equipo a ganar’, o algo así. Han estado haciendo un trabajo muy bueno. No se trata de mí. Se trata del equipo. Todas las victorias son buenas para todos”.
Suárez intentó llevar a los Marineros a la victoria casi por sí solo el miércoles, pero la derrota fue un firme recordatorio de que, a pesar de la racha de victorias, todavía hay mucho por decidir antes del Juego 162.
Los Marineros buscarán recuperarse el jueves por la tarde antes de dirigirse a Houston el viernes para una serie de tres juegos que no solo determinará el desempate de los playoffs, sino que muy bien podría decidir el Oeste de la L.A.
Y necesitarán que Suárez sea una parte importante de eso.