Un equipo de Triple-A anotó tres carreras ¡¿con un boleto?! Tienes que ver esto…

Una base por bolas con las bases llenas parece una jugada relativamente simple, ¿verdad? El bateador camina a la primera base, los corredores avanzan y el siguiente bateador se para en el home.

Así es como suele suceder.

Pero el martes por la noche – Día de Jackie Robinson en todo el béisbol afiliado – la filial Triple-A de los Rockies, Albuquerque, hizo su mejor imitación del miembro del Salón de la Fama que rompió la barrera del color, provocando caos en los senderos y anotando tres carreras durante ese mismo escenario, impulsando a los Isótopos a una victoria por 7-2 sobre El Paso en el Isotopes Park.

En la parte baja de la sexta entrada, Albuquerque llenó las bases con dos boletos y un error. El prospecto Nro. 13 de los Rockies, Ryan Ritter, se paró en el plato y trabajó la cuenta hasta 3-2 con dos outs. Los corredores estaban listos para arrancar con el siguiente lanzamiento.

Ritter recibió la cuarta bola y soltó el bate antes de dirigirse a primera. Austin Nola caminó tranquilamente de tercera a home y el receptor de El Paso, el dominicano Luis Campusano (prospecto Nro. 20 de Padres), devolvió la pelota al lanzador zurdo mexicano Omar Cruz.

Ahí fue cuando empezó el caos.

Aaron Schunk, quien arrancó a toda velocidad en cuanto Cruz soltó la pelota, dobló por tercera y se lanzó hacia el plato, robándose el home exitosamente — una jugada asociada para siempre con Robinson, quien famosamente se estafó el plato contra los Yankees en el Juego 1 de la Serie Mundial de 1955.

Entonces, Jordan Beck — el corredor que inició la jugada en primera — dobló por segunda y corrió velozmente hacia la tercera. Cruz, aún con la pelota, intentó poner out a Beck en la antesala, pero su tiro pasó por encima de la almohadilla y se fue hacia los jardines por la raya de la tercera almohadilla.

Beck se levantó rápidamente y se dirigió al plato para completar esta verdadera y caótica rareza. ¡Tres carreras anotadas con una base por bolas!

Robinson acumuló 197 bases robadas durante sus 10 años de carrera con Brooklyn. Quizás no fue planeado, pero la base por bolas de tres carreras de los Isótopos pareció un tributo apropiado al ícono en su día.