De pedidos de café a extrabases, Norby brilló en sus labores en el Wrigley Field

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CHICAGO -- El primer lanzamiento del martes no fue sino hasta las 6:40 p.m. CT, pero Connor Norby ya estaba completamente uniformado a las 2 p.m.

¿La razón? Quizás te preguntas.

Horas antes del segundo juego de los Marlins en una serie en el Wrigley Field, Norby y más de otros 20 jugadores y miembros del personal con tiempo de servicio limitado en Grandes Ligas tuvieron la tarea de cumplir con los pedidos de la organización en la tradicional ida por café anual. Los 45 artículos corrieron por cuenta del as dominicano Sandy Alcántara.

Norby y el derecho Tyler Phillips tomaron la iniciativa realizando la mayoría de los pedidos, pero se aseguraron de que cada uno hiciera al menos uno, especialmente los más difíciles.

“Fue genial”, comentó Norby, quien esa misma noche conectó un jonrón y un triple. “Nos fue muy bien. Lo único en lo que fallamos, creo, fue que sí pusieron números en cada uno de los vasos. No nos dimos cuenta de esto hasta después, lo cual, creo, habría facilitado, en primer lugar, descifrar de quién era cada uno, en lugar de tratar de leer una hoja, porque algunos pidieron cosas muy parecidas. Pero en general, estuvo bien”.

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El zurdo Ryan Weathers mantuvo simple su pedido, un latte helado, porque él estuvo en su lugar hace un año, cuando el excerrador Tanner Scott lo hizo ir con el grupo aunque era su segunda vez participando en la tradición; también hizo algo similar como miembro de los Padres.

“Es divertido”, dijo Weathers. “Obviamente, estamos en el Wrigley Field. Aquí ha habido historia literalmente desde que el béisbol existe. Así que el sólo estar en Wrigley es genial en sí mismo. Y luego, ver a jugadores de Grandes Ligas vestidos con el uniforme completo caminando a Starbucks, lo he hecho un par de veces, y sólo ver a esos muchachos hacerlo, es simplemente un momento divertido”.

Durante su caminata del estadio a Starbucks, los Marlins tuvieron que lidiar con miradas extrañas. Graham Pauley admitió que al principio se sintió un poco raro y vergonzoso hacer una actividad normal completamente uniformado, pero rápidamente se convirtió en algo divertido.

Algunos muchachos tuvieron que cargar cuatro cafés en una bandeja. Otros sólo uno. A Pauley se le encargó traer los pedidos de Anthony Bender y el quisqueyano Otto López, quien pidió un “cake pop” de cumpleaños.

Phillips fue posiblemente el más dedicado de todos. Después de que un par de pedidos llegaron incorrectos, regresó a la tienda por las bebidas correctas y las llevó de vuelta al clubhouse.

“Fue gracioso, como caminar por la calle y que la gente se te quede mirando, tomando fotos y videos, y un par de personas gritando cosas”, dijo Eric Wagaman. “Pero fue una experiencia genial. Fue divertido. Hubo algunos fanáticos metiéndose con nosotros allá afuera, y otros animándonos. Fue una experiencia genial”.

Esta era la primera vez que el mánager Clayton McCullough presenciaba este rito de iniciación, y vio más allá de la premisa humorística.

“Es genial”, agregó McCullough. “Es una temporada larga. Pasamos mucho tiempo juntos aquí, así que algo que sirva para construir equipo, un poco de camaradería... La temporada a veces se vuelve como el Día de la Marmota, así que romper con eso y hacer algo divertido que esté un poco alejado del terreno es algo bueno para sobrellevar la temporada”.

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