"No había evidencia clara": Shildt, expulsado tras jugada que le costó el juego a los Padres
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SAN DIEGO -- A Xander Bogaerts le anularon un cuadrangular la noche del lunes tras una controversial sentencia de interferencia de un aficionado, una carrera que finalmente resultó decisiva en la derrota de los Padres por 4-3 en el primer encuentro de la serie contra los Gigantes en el Petco Park.
En la parte baja de la segunda entrada, Bogaerts elevó un batazo profundo que fue seguido por el patrullero izquierdo de los Gigantes, el puertorriqueño Heliot Ramos, hasta la barda. Ramos estiró el brazo para alcanzar la pelota al mismo tiempo que dos espectadores en la primera fila, antes de que la bola rebotara en su guante y pasara por encima de la pared.
Los detalles de cómo y por qué estaban abiertos a interpretación. ¿Tocó realmente uno de esos aficionados la pelota, o al menos interfirió con la habilidad de Ramos para atraparla? ¿Se habían estirado hacia el terreno de juego para hacerlo?
Finalmente, una revisión de la repetición dictaminó que la respuesta fue "sí" a ambas preguntas, para gran disgusto de Bogaerts, del manager de los Padres, Mike Shildt, y de la mayoría de los 42,730 asistentes.
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Shildt fue expulsado inmediatamente por discutir la decisión de la repetición (lo cual está prohibido). Más adelante, sostuvo que no había suficiente evidencia en video para revertir la sentencia.
“No había evidencia clara de que ese fan impidiera la habilidad de [Ramos] para hacer una jugada, creara una diferencia en cómo se movió y en sus acciones ni que se metiera sobre la cerca; nada de eso estaba claro”, dijo Shildt.
La regla en cuestión es la 6.01(e), que detalla los pormenores de la interferencia del espectador: No se permitirá ninguna interferencia cuando un fildeador se estire por encima de una cerca, barandilla, cuerda ni hacia una grada para atrapar una pelota. Lo hace bajo su propio riesgo. Sin embargo, si un espectador se estira hacia el lado del terreno de juego de dicha cerca, barandilla o cuerda, e impide claramente que el fildeador atrape la pelota, entonces el bateador será declarado out por interferencia del espectador.
Notablemente, no importa si el aficionado toca la pelota. Según el libro de reglas, la interferencia del espectador puede ocurrir con o sin contacto con la bola. (En este caso es difícil de decir, pero las repeticiones en cámara lenta parecieron mostrar que la pelota rozó el brazo izquierdo de uno de los dos fans).
Incluso Ramos no estaba seguro después. Señaló que no fue interferido físicamente, pero sostuvo que habría atrapado la pelota si no fuera por los aficionados involucrándose en la jugada.
“Sí pensé que la tenía más fácil que eso”, explicó Ramos. “Pero cuando estaba a punto de atraparla, vi que su brazo estaba sobre mí... estaba sobre mí. Literalmente, todo su cuerpo estaba del otro lado de la barda”.
Esa última parte es crucial, porque si el fan hubiera interferido con Ramos fuera del terreno de juego, la decisión de jonrón se habría mantenido.
“Parecía que se estiró por encima”, agregó el manager de los Gigantes, Bob Melvin. “Creo que apenas lo rozó. De todos modos, si tu mano está por encima, también podría afectar su visión. No se ve esa sentencia a menudo, pero creo que fue la correcta”.
Naturalmente, Shildt no estuvo de acuerdo, y citó la larga revisión de la repetición como evidencia para apoyar su argumento.
“Si es tan claro, entonces reviértela (de una vez)”, alegó. “Si no lo es, entonces es un cuadrangular”.
Shildt añadió que no tuvo problemas con la posterior expulsión impuesta por el umpire del plato, James Hoye. Sabía que cuando saliera a discutir, lo iban a expulsar. Según el timonel, Hoye le dijo que podría haber salido entre entradas si quería una aclaración sobre la sentencia.
“Dile eso a 45,000 personas y a mi dugout”, continuó Shildt. “Conozco la regla y no quiero que me expulsen de un juego, pero también necesito dejar en claro un punto cuando hay que dejarlo en claro”.
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Ramos escuchó abucheos por el resto de la noche en el Petco Park. Los Padres, que perdían 4-0 en ese momento, remontaron para reducir el déficit a 4-3. (Vale la pena señalar que el partido podría haberse manejado de manera diferente si el vuelacerca de Bogaerts hubiera sido válido).
Más adelante, un doble de Bogaerts encendió un rally de tres carreras en la séptima entrada, pero los Padres finalmente se quedaron cortos. Después del choque, Bogaerts dijo que, basándose únicamente en la reacción de Ramos -- no vio las repeticiones muy de cerca -- tuvo el presentimiento de que el jonrón sería revertido.
“Fue una lástima”, comentó Bogaerts. “Ya sabes, puedo decirte eso. Pero en la vida, a veces hay cosas que puedes controlar y otras que no”.