LOS ÁNGELES -- Los Padres siempre sabían que este tramo de su calendario sería complicado. ¿Veintiséis partidos en 27 días? ¿Un lapso de 17 juegos dentro de eso, incluyendo 14 encuentros divisionales y 14 en la ruta? ¿Y los 17 compromisos contra contendientes de la Liga Nacional?
Nunca iba a ser fácil. Siempre iba a presentar algunos baches en el camino.
Pero a estas alturas, esto se siente como más que un simple bache. Los Padres han perdido 10 de 14 choques, incluyendo tres en fila esta semana contra sus rivales Dodgers, en Los Ángeles.
“Queda mucha temporada”, comentó el jardinero dominicano de San Diego, Fernando Tatis Jr. “Pero tenemos que ganar juegos si queremos alcanzar nuestra meta. Sólo necesitamos ser mejores”.
Podría parecer que su temporada se tambalea. Para ser claro, esto es una hipérbole. En la primera mitad del año pasado, los Padres estaban peor. Comenzaron el 2024 con marca de 50-50, y luego terminaron con 93 victorias antes de ser anfitriones de una Serie del Comodín.
También hay motivos para el optimismo este año. Los Padres tienen una rotación afectada por lesiones, y han pasado una parte considerable de su campaña sin su jardinero central todoestrella, Jackson Merrill. Sin embargo, se mantienen aferrados a un puesto del Comodín en una feroz Liga Nacional.
Sin embargo, por otro lado, la mayoría de esas interrogantes por lesiones no tiene respuestas obvias. Merrill está inhabilitado por un conmoción cerebral y regresará en su debido tiempo. Pero las preocupaciones sobre la rotación no se han aliviado. Hay poca claridad sobre la situación de Michael King (nervio pinzado en el hombro derecho), a la vez que Yu Darvish (inflamación en el codo derecho) todavía no ha lanzado en esta temporada.
No todas las preocupaciones de estos Padres están ligadas a las lesiones. Xander Bogaerts llegó al partido del miércoles bateando .183 este mes, con OPS de .464. Luego, conectó un doble por el hueco del jardín izquierdo para empatar el juego en la novena entrada, sólo para que Will Smith de los Dodgers dejara en el terreno a los Padres minutos después en la parte baja del episodio.
“Una de las pocas cosas positivas que hago, y ni siquiera dura un par de minutos”, expresó Bogaerts después. “Will Smith entra y da un jonrón de inmediato; es brutal”.
Con Bogaerts combatiendo altibajos (y Merrill fuera), las deficiencias en la parte baja de la alineación de los Padres son aun más pronunciadas. Parecen iniciar ataques, pero esas reacciones se desvanecen en el tercio inferior, con muy pocas opciones que el manager Mike Shildt pueda barajar.
¿La buena noticia? Los Padres pueden abordar esas deficiencias en las próximas semanas vía canjes. Buscan activamente ayuda en los jardines, aunque la realidad es que probablemente necesiten más de un bate.
Comparado con años anteriores, los Padres no tienen el mismo nivel de prospectos de alto calibre que estarían dispuestos a traspasar. Pero tampoco están tratando de adquirir al dominicano Juan Soto y Josh Hader en esta Fecha Límite de Cambios. Necesitan a un patrullero izquierdo, a un bateador para la banca y a un abridor para la parte final de la rotación. El precio no debe de ser tan elevado.
¿Cuánto tiempo más puede permitirse esperar el gerente general A.J. Preller? ¿Qué nivel de urgencia se necesita? Esas preguntas son complejas.
Primero, se necesitan dos partes para hacer un acuerdo y el mercado no ha comenzado a encenderse, dado el volumen de equipos que permanecen en contienda. Segundo, bueno, ¿cuál es el objetivo aquí? El Oeste de la Liga Nacional parece estárseles escapando a los Padres. La brecha entre ellos y los Dodgers es de 6.0 encuentros ahora. Además, los Padres tendrían que superar a los Gigantes, que acaban de adquirir al dominicano Rafael Devers.
Si el objetivo es exclusivamente ganar la división, los Padres no pueden permitirse esperar más. Pero actualmente ocupan un puesto del Comodín si la postemporada empezara hoy. El objetivo final no es simplemente ganar la división.
Uno de los principios fundamentales de Shildt es su insistencia en que sus equipos mejoren a lo largo de la temporada. Los Padres del 2024 lo vivieron, y está claro que él espera lo mismo del grupo de este año.
“Cuando juegas partidos reñidos y no ganas un par de ellos, duele mucho”, comentó Shildt. “El marcador al final no miente, y tengo que dar explicaciones. Pero tengo total confianza en que… antes de que te des cuenta, empezaremos a encadenar (victorias en ) tres, cuatro, cinco, seis, siete series consecutivas. Ahora mismo, no hemos ganado tan consistentemente en esta gira. No hay un solo muchacho en el clubhouse que esté contento con ello. Duele. Pero también te puedo decir que no hay nadie que tenga duda alguna (sobre una reacción inminente)”.
Aun así, el equipo de este año no es el del año pasado. El de este año tiene interrogantes sobre su profundidad y su rotación que el equipo del 2024 no tenía.
Todavía quedan vías para responder a esas preguntas. Estamos a mediados de junio. La campaña no se tambalea, sin importar cómo se sientan algunas derrotas de junio ante los Dodgers.
Un poco de perspectiva: En el 2021, los Padres barrieron a Los Ángeles en junio y se sintieron en ascenso. Luego, colapsaron y terminaron por debajo de .500. En el 2022, los Dodgers ganaron todas las series de temporada regular contra San Diego, y luego perdieron frente a los Padres la Serie Divisional de la Liga Nacional. El año pasado, los Padres ganaron su primera serie particular contra Los Ángeles en 14 años, y luego se quedaron cortos en octubre frente a los mismos Dodgers.
Claramente, queda mucha campaña por delante para que se salden estas cuentas. Pero no se podría contradecir lo expresado por Tatis: Ahora mismo, los Padres sólo necesitan ser mejores.