MIAMI -- Luego de su primer partido en las Grandes Ligas como antesalista titular de los Astros en el inicio de la serie en el Fenway Park el viernes, el puertorriqueño Carlos Correa -- quien durante toda su carrera ha sido torpedero -- entró al clubhouse de su equipo el sábado y bromeó con el manager de Houston, el también boricua Joe Espada, diciendo que su cuerpo se sentía en tan buena forma que parecía que no hubiera jugado el día anterior.
Nueve innings en la tercera base no causan el mismo desgaste físico, especialmente en el cuerpo de un jugador de 30 años, que nueve entradas como campocorto.
“Le dije que ahora le tocaba de torpedero”, respondió Espada. “Me preguntó: ‘¿En serio?’. Le dije que sólo por hoy”.
Con el estelar paracorto dominicano Jeremy Peña fuera de la alineación del sábado luego de sufrir un calambre en la corva derecha en el 10mo episodio de la derrota del viernes, Correa volvió a las paradas cortas en la derrota de Houston por 7-3 contra los Medias Rojas. Pero no debe acostumbrarse tanto a jugar ahí. El segundo acto de Correa en Houston luego de llegar por medio de un canje con los Mellizos el jueves es como antesalista.
“He visto a Carlos jugar en la tercera base a un nivel élite”, indicó Espada. “Sé que fue durante el [Clásico Mundial de Béisbol], pero he visto cómo pudo hacer el ajuste inmediatamente. Sé que lo puede hacer. [El coach de la tercera base] Tony Pérezchica trabajará inmediatamente, pero hay cosas que deberá aprender: La percepción, los rodados lentos, el tener a Jeremy a su izquierda. Deberá aprender todas esas cosas, pero con lo que sabe de béisbol, nada de eso será un problema”.
Un eventual cambio a la antesala parecía una posibilidad para Correa, quien es uno de los infielders en el juego con el mejor brazo y mide 6-3, que es alto para un campocorto. Eso no le impidió ganar un Guante de Platino como miembro de los Astros en el 2021, que reconoce al mejor defensor en la Liga Americana.
“Los últimos dos años, he estado pensando en posiblemente pasar a la tercera base y la manera en que eso favorecería mi cuerpo y mi longevidad”, explicó Correa. “Me alegra que pueda ser aquí”.
El antesalista de los Medias Rojas, Alex Bregman, quien compartió el lado izquierdo del cuadro con Correa por seis temporadas en Houston -- y quien fue elegido en el Draft el mismo día del debut de Correa en las Grandes Ligas -- no tiene dudas de que su excompañero de equipo puede jugar en la esquina caliente a un gran nivel.
“Será un gran jugador ahí”, señaló Bregman. “Obviamente, tiene un Guante de Platino. Siempre dijimos que si él fildeaba la bola, el bateador ya estaba out, por su gran brazo. Y lo vimos en el Clásico del 2017; estaba haciendo excelentes jugadas allá. Entonces, pienso que le irá bien”.
Correa siempre ha sido un “torpedero de una mano”, lo que significa que fildea todos los roletazos solamente con el guante, mientras que la mayoría de los paracortos utilizan ambas manos con las rodadas directamente hacia ellos. Eso ayudará a Correa en su timing en la antesala, pero deberá fildear los roletazos lentos con frecuencia, realizando jugadas a mano pelada.
“Contra los bateadores zurdos, deberá estar lejos de la línea y esas bolas llegarán con rapidez”, explicó Espada. “Ése es un ángulo diferente al que deberá acostumbrarse. Practicará en todo eso, pero al final, tiene inteligencia, así que estoy seguro de que se acoplará muy bien”.
Pérezchica, un reconocido instructor de infielders que fue contratado en octubre pasado para mejorar la defensa de Houston, expresó que Correa tiene las herramientas necesarias para tener éxito en la tercera base.
“Tiene un brazo fuerte y si ése es el caso en la tercera base, le permite frenar el juego un poco, y no se sentirá como si estuviera siempre apresurado”, explicó Pérezchica. “Es su mayor habilidad. Tiene un tiro de 95 mph hacia las bases”.
Posiblemente el mayor ajuste sea jugar junto con Peña, quien estuvo bajo el aprendizaje de Correa en las Ligas Menores. El quisqueyano llegó al campo corto tras la partida de Correa en el 2022, ganando un Guante de Oro como novato, y también tiene un gran alcance.
“Cuando tienes un muchacho con una defensa de su calibre, es fácil acostumbrarse, porque sabes que les llegará a los batazos”, indicó Peña. “Es agresivo. Es un campocorto. Yo también soy agresivo. Puedo alcanzar varios. Se trata de tener comunicación, pero no hay timidez con la manera en que jugamos. Sé que estaremos en la misma página. Sé que nos entenderemos bastante bien”.